No es extraño ver a las madres quejarse porque sus hijos no comen espinaca, brócolis, zanahorias u otros vegetales o alimentos sanos que contribuyen a crear buenos hábitos alimenticios. Sin embargo, muchas veces es a causa de los mismos padres que los peques no consumen este tipo de comidas.
Para incentivar a los niños a comer platillos saludables se deben seguir algunos consejos:
1.- Incentivar comportamientos positivos
Los niños pequeños vigilan de cerca a sus padres, incluso cuando comen. Por lo tanto, se puede predicar con el ejemplo promoviendo la ingesta de recetas saludables, bebidas naturales y no empacadas, tentempiés con base en cereales y frutas y actividades físicas agradables.
Servir a los niños alimentos sanos e integrales desde pequeños es primordial para que se acostumbren a comerlos. Se puede llevar a los hijos a hacer la compra y pedirles que ayuden a preparar la comida.
Se debe aprovechar la hora de la comida para enseñar a los niños los distintos grupos de alimentos y su importancia para una vida sana.
2.- Tener una relación positiva con la alimentación
Para mantener una buena salud durante el resto de la vida y prevenir enfermedades como la diabetes, el cáncer y las cardiopatías hay que adoptar una filosofía de alimentación saludable. Para ayudar a los niños desde pequeños hay que tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Hay que ayudar a los peques a reconocer cuándo tienen hambre.
- La comida no debe utilizarse nunca como premio o castigo. Esto podría provocar relaciones alimentarias poco saludables en los niños.
- No se debe prohibir a los niños que coman ciertos alimentos como galletas, golosinas o chicle. Esto puede tener consecuencias adversas y aumentar el deseo de ingerirlos.
- Hay que limitar el tamaño de las porciones y enseñar a los niños que los alimentos y bebidas perjudiciales sólo deben consumirse a veces. Pero no tienen que prohibirse rotundamente.
- Se debe enseñar a los niños qué alimentos son los más beneficiosos para la salud.
- Es conveniente explicarles a los peques por qué es preferible elegir un alimento sano como la fruta en lugar de los refrescos. Establecer la diferencia entre estos y los alimentos procesados, como los cereales azucarados, caramelos y otras chucherías nocivas es crucial para erigir buenos hábitos alimenticios.
- Intenta fomentar una conducta alimenticia excelente no consumiendo los alimentos que se les señala como nocivos o poco saludables.
3.- No obligarlos a comer
Aunque se quiera asegurar que el niño recibe todos los nutrientes que necesita, el uso de la táctica de obligarlos a comer puede provocarles aversión a sentarse a la mesa.
Se debe mostrar el ejemplo, comer las verduras delante del peque para demostrarle que forman parte normal de la alimentación.
Los niños aprenden a tomar decisiones alimentarias de los adultos. Por esto, es fundamental darles un buen ejemplo. Si se les inicia desde sus primeros años a comer todo tipo de verduras y vegetales lo verán como parte normal del día a día. También se les puede pedir que elijan un nuevo plato para probarlo en familia.
4.- Presentar los alimentos visualmente atractivos
Todo lo que se come se percibe con los otros sentidos. El olfato, la vista y el tacto. Servir el plato prolijamente y con alimentos de colores ayudará al niño a comer todo lo que se le ofrezca.
Hay miles de videos y tutoriales para cortar la fruta, presentar los sándwiches, servir las ensaladas y todo tipo de comidas para que sean bonitas a la vista de los peques.
5.- Atención al tamaño de las porciones
Comer de más puede llevar a la obesidad o a un aumento indeseado de peso. Por tal motivo, es vital enseñar al niño el tamaño adecuado de las porciones de acuerdo a su edad.
La manera más sencilla de lograrlo es usar señales visuales: Un puño cerrado es el tamaño que debe tener la ración correcta de arroz, puré de patatas, pasta o cereales, el tamaño de la ración de proteínas (carne, pescados, aves) es como la palma de su mano y la de mantequilla, no puede ser mayor el tamaño de la punta de su dedo pulgar.