Aunque no es una situación que sea plato de buen gusto, en algunas ocasiones, tanto particulares como empresas acumulan deudas a las que no siempre se puede hacer frente. Por este motivo, es importante conocer cuáles son los mecanismos para cancelarlas y poder empezar de cero sin ningún tipo de problema.
Hay ocasiones en la vida, en las que se van acumulando ciertos impagos que, a la larga, son complicados de cubrir. Esto suele ocurrir principalmente en las empresas, si bien, también hay particulares que se pueden encontrar en esta situación, y no saben bien a quién acudir o cómo iniciar algún procedimiento para acabar con esta problemática.
Es importante mencionar que, en España, existen diferentes mecanismos para la cancelación de deudas, siempre que se contraten los servicios de profesionales expertos en el sector que sepan en todo momento cómo actuar en función de las necesidades de cada usuario.
Tal y como su nombre indica, cancelar una deuda significa llevar a cabo una operación a través de la cual, un deudor y un acreedor lleguen a un acuerdo, y establezcan una cantidad de saldo pendiente para que la solución sea lo más beneficiosa para ambas partes. Esto quiere decir que este procedimiento no es un pago de una deuda como tal, más bien, la cancelación de la misma en base a cada situación que se presente, sabiendo que las condiciones de pago pueden llegar a ser totales o parciales.
¿Cuántas formas hay de cancelar una deuda?
Como se ha mencionado anteriormente, hoy en día existen varios formatos que permiten cancelar una deuda. Se elegirá el mejor en base a la problemática que se presente en cada caso.
Anticipada
La cancelación anticipada suele ser el formato más habitual en relación con los préstamos bancarios. En este caso, el prestatario puede decidir amortizar parte de su deuda si se encuentra en una situación económica de mejora; a veces, también se permite cancelar todo el préstamo. Lo normal en estos casos es que esta cancelación tenga comisiones.
Subrogación
Es el formato que se utiliza principalmente por medio de préstamos hipotecarios. En este caso, a la hora de vender una vivienda que aún tenga cargas con hipoteca, se le suele ofrecer al comprador que asuma este gasto, y la cantidad se descuenta del precio final de venta.
Pacto
Otra forma es que las partes intervinientes en el proceso lleguen a un acuerdo bilateral, es decir, tanto deudor como acreedor pactan la cantidad que se va a pagar y el procedimiento que se va a llevar a cabo para ello.
Ley de Segunda Oportunidad
Se trata de una normativa a la que cada vez se acogen más empresas y particulares. En España, es una ley que ha ganado protagonismo en los últimos años, ya que es la encargada de regular los procedimientos de cancelación de deudas, principalmente, para empresas que están pasando por serios problemas financieros.
¿Existen requisitos?
La respuesta es sí. En el momento que se decide iniciar un proceso de cancelación de deudas, se deben cumplir diferentes requisitos en función del formato elegido. En este caso, cuando se trata de deudas hipotecarias, lo normal es que se cancelen haciendo entrega del bien que se haya financiado previamente.
Por su parte, en el caso de la Ley de Segunda Oportunidad, los requisitos son mayores. Así, hay que declarar que se está en un estado de insolvencia, también que durante el concurso, el deudor no haya sido declarado culpable, o que la obligación total de la deuda no sea un coste superior a los 5 millones de euros. De igual modo, para poder acogerse a esta normativa, no ha podido hacer lo propio durante 10 años, así como tampoco, el deudor debe estar condenado por delitos económicos, y además, tendrá que hacer entrega de un documento oficial donde muestre su buena fe, es decir, que haya intentado por todos los medios pagar esa deuda, y finalmente, haya sido imposible.