Las empresas no siempre encuentran la solvencia deseada y en algunas ocasiones se generan más deudas que beneficios. Por tanto, la economía de la compañía se hace insostenible, no se puede hacer frente a los gastos y, por supuesto, tampoco se puede saldar la nómina de los trabajadores. Ante este hecho, existe la figura del concurso de acreedores, con el objetivo de proteger o, al menos, garantizar esos sueldos.
Los ciclos de vida de una empresa pueden sufrir altibajos, todo eso entra dentro de la dinámica. Sin embargo, existen situaciones en las que se comienza a vislumbrar que la solvencia de la empresa no se sostiene, que hay muchas más pérdidas que ganancias y, por supuesto, tampoco se puede pagar a los trabajadores. Ante estos hechos, hay empresarios que declaran su insolvencia y dejan una gran incertidumbre. Sin embargo, cumpliendo con una serie de normas y requisitos, la compañía puede recurrir a la figura legal del concurso de acreedores. Por tanto, aún estando en esas circunstancias, hay resquicio para cierta tranquilidad.
No obstante, lo primero que se le recomienda a cualquier empresario que se vea sumido en esta situación, y no tenga capacidad económica para hacer frente a sus deudas, una vez esté pensando en el cierre de la empresa, es acudir a un abogados concurso de acreedores. Estos profesionales cualificados marcarán las pautas y seguirán las normas establecidas por la ley, con objeto de que la compañía en liquidación pueda presentarte ante este recurso judicial.
¿En qué puede beneficiar esta figura? Pues, entre otras medidas, gracias al concurso de acreedores, que consiste en un procedimiento judicial a través del que se aplica a una empresa o empresario incapaz de liquidar sus deudas, para poder declararlo insolvente. Así pues, en este caso, es posible que los trabajadores recuperen el dinero adeudado de sus salarios o, al menos, garantizar una gran parte de ellos.
Fases de un proceso concursal
Cuando una empresa se enfrenta a un procedimiento judicial de concurso de acreedores, lo que se establece es un administrador concursal, que será la persona encargada de gestionar la empresa. En esa fase inicial, la principal tarea del administrador concursal consiste en recabar toda la información pertinente a los acreedores, con objeto de elaborar una relación y determinar un orden preferente respecto a los cobros. Después, la segunda fase, será en la que se hará lo posible por llegar a un acuerdo con los acreedores para que estos acepten rebajas, reducciones de crédito reconocido y nuevos plazos de pago; todo con el propósito de hacer viable la continuidad de la empresa.
Pero, si no se da el caso, o se incumplen acuerdos, todavía hay una tercera fase: la de liquidación de la sociedad. Llegado este momento, el administrador concursal sacará al mercado todos los activos de la compañía o empresario, con el objeto de poder pagar el pasivo. Al mismo tiempo, se dará inicio a la sección de calificación, en la cual se estudiarán las posibles responsabilidades de los administradores de la sociedad.
Contar con una solvente asesoría legal es vital
Ante un conflicto de este calibre, lo mejor, siendo cualquiera de las partes, es acudir a abogados expertos en situaciones concursales. En este sentido, estos juristas suelen prestar servicios tanto a las empresas que van a solicitar el concurso, así como a los propios acreedores que deciden comparecer en un concurso con el derecho de hacer valer su crédito. En dicha línea, estos abogados, tienen plena capacidad para actuar como administradores concursales designados por el juzgado correspondiente.
Y es que se pueden dar muchas circunstancias en esta situación que deben tener respuestas solventes, ágiles y que, en cualquier caso, deben buscar el mejor escenario posible para todas las partes.
Debido a que se pueden dar circunstancias tales como: problemas con el reconocimiento del crédito, así como de operaciones anteriores al concurso; también en la responsabilidad de los administradores o la gestión del activo, hay que tener todas las garantías legales al alcance.
En definitiva, sea la parte que corresponda en un concurso de acreedores, es muy aconsejable contratar los servicios de un buen equipo de abogados para hacer valer todos los derechos.