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La guardaespaldas encargada de proteger a Meghan Markle ha dimitido tras sólo seis meses en el cargo.
El oficial de protección real, que tiene el rango de inspector en la Policía Metropolitana, tomó el mando del equipo de seguridad del duque y la duquesa de Sussex el verano pasado, tras la jubilación del veterano guardaespaldas del príncipe Harry, el sargento Bill Renshaw.
Fue fotografiada junto a la duquesa durante la gira de la pareja real por Oceanía el año pasado, incluido un incidente en el que la realeza de 37 años fue sacada corriendo de un mercado abarrotado en Fiji por temor a su seguridad.
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El Sunday Times informa que el guardaespaldas, cuyo nombre no puede ser identificado por razones de seguridad, también ha estado trabajando en planes de seguridad para Frogmore Cottage, la casa en los terrenos del Castillo de Windsor donde la pareja pretende establecerse antes del nacimiento de la duquesa embarazada.
Una fuente de Scotland Yard le dijo al Sunday Times que la duquesa había luchado por equilibrar su deseo de moverse libremente con la intensa seguridad que rodea a la realeza cuando aparecen en público.
«A diferencia de alguien que creció en la familia real y ha estado acostumbrado a la protección personal desde una edad temprana, tener eso puede ser bastante limitante», dijo la fuente al periódico.
«Ella no puede ir a ninguna parte sin su equipo de protección y esa es una enorme fuerza limitante para una persona como ella».
Sin embargo, fuentes del palacio dijeron que el «muy respetado» guardaespaldas abandonaba la Policía Metropolitana por motivos no relacionados con sus deberes reales. El Sunday Times dice que no hay «ninguna sugerencia de ningún choque de personalidades» detrás de la renuncia.
Sin embargo, «su partida será vista por los observadores reales como el último de una pequeña lista de golpes para el equipo de la duquesa de Sussex», dice el Daily Telegraph, señalando que esta es la tercera salida reciente del círculo íntimo de la familia real.
Melissa Touabti, asistente personal de la duquesa, dimitió en noviembre pasado tras sólo seis meses en el cargo. En ese momento, el Daily Mirror afirmó que las exigencias del trabajo la habían dejado «llorando».
La secretaria privada de la pareja, Samantha Cohen, también anunció que dejará la pareja a finales de este año, habiéndose unido temporalmente a su equipo después de más de una década trabajando para la Reina.
