La auditoría es una actividad de carácter independiente y objetivo que está pensada para ayudar a las empresas a cumplir sus objetivos añadiendo valor y mejorando sus procesos y operaciones. Es por esto por lo que los auditores de cuentas deben ser personas íntegras que respeten el código ético de la profesión.
Mercè Martí Queralt, presidenta ejecutiva de Kreston Iberaudit, abunda en este aspecto esencial que garantiza la neutralidad de las compañías auditoras con respecto a sus clientes, y pone como ejemplo a la empresa que dirige.
Importancia de la ética en la auditoría
¿Por qué es importante la ética en la auditoría? Mercè Martí Queralt reflexiona acerca de esta cuestión y asegura que este aspecto es de suma importancia si se quiere contar con la confianza del cliente.
Sin una conducta ética en el ejercicio de su profesión, un auditor pone en entredicho su credibilidad, su fiabilidad e incluso el alcance de su propio trabajo.
Un auditor debe transmitir integridad y seguridad a sus clientes, y eso solamente se consigue siguiendo unos valores éticos que son inherentes a esta profesión.
Además, Mercè Martí Queralt considera que, hoy más que nunca, los profesionales de la auditoría deben preservar la ética, ya que en las empresas se están produciendo continuos cambios tecnológicos, económicos y sociales que obligan a actuar con rapidez. Si no se actúa basándose en unos valores éticos, se corre el riesgo de que las decisiones que se adopten puedan tener consecuencias indeseadas.
Principios éticos del auditor
Los profesionales de la auditoría tienen acceso a información estratégica de las empresas con las que trabajan. Por eso, los clientes esperan de ellos que cumplan con una serie de principios éticos:
- Honestidad y veracidad para garantizar la calidad de su trabajo.
- Integridad para hacerse respetar y cumplir con sus compromisos laborales.
- Lealtad y confidencialidad para con la empresa a la que audita.
- Imparcialidad para realizar su trabajo de forma equitativa, justa y razonable.
- Respeto por la normativa legal.
- Responsabilidad a la hora de realizar sus informes.
- Búsqueda de la excelencia en todas sus tareas.
Cumplir con todos estos principios éticos en el ejercicio de la profesión de auditor es, para Mercè Martí Queralt, fundamental para ganarse y mantener la confianza del cliente, así como de sus socios e inversores.
De hecho, la legislación vigente obliga al cumplimiento de un código ético por parte de los profesionales de la auditoría, así como a una actualización continua que permita ofrecer a los clientes el servicio adecuado.
Pero, más allá de la normativa, Mercè Martí Queralt considera el compromiso con la ética en el sector de la auditoría como un aspecto fundamental que distingue a los buenos auditores de los que no lo son. Esto implica realizar las indagaciones que sean necesarias para garantizar la transparencia y honestidad en el desempeño empresarial.
Compromiso ético de Kreston
Kreston Iberaudit es una firma de auditoría que pone a disposición de sus clientes todos sus recursos técnicos y humanos con el fin de ayudarles a cumplir sus objetivos. Entre sus valores, la confianza es un principio fundamental.
Asimismo, la compañía que dirige Mercè Martí Queralt ofrece un asesoramiento innovador y en continua evolución y adaptación, con el fin de proporcionar a sus clientes la máxima calidad.
La integridad ha sido también básica a lo largo de los años, y todo eso se resume en un compromiso ético incuestionable por parte de Kreston Iberaudit.
Cumplir con este compromiso es lo que permite a esta firma realizar auditorías útiles y eficaces para sus clientes, que les proporcionen mayor credibilidad y fiabilidad en el mercado y una mejor imagen frente a terceros con el objetivo de conseguir ventajas competitivas y nuevas oportunidades en el mercado.
Sin un ejercicio ético de la profesión, para la firma que preside Mercè Martí Queralt no sería posible mejorar la gestión interna de sus clientes y, por tanto, tampoco mejorar sus resultados. Y, como dice la presidenta de Kreston Iberaudit, en un mercado tan globalizado y competitivo como el actual, sin transparencia es muy difícil conseguir los objetivos. Toda empresa necesita un auditor de cuentas que ofrezca algo más que una auditoría: una auditoría bajo un compromiso ético.