Desde que cambió la ley, los planes de igualdad se han convertido en algo prioritario para muchas empresas, con el fin de que todos los trabajadores formen parte de la infraestructura de la misma por igual, para mejorar la entidad en todos los sentidos.
Desde hace algunos años, los planes de igualdad para las empresas son obligatorios, esto es debido a las modificaciones que se hicieron en su momento con la legislación. Los gobiernos están convencidos de que esto es de vital importancia para las entidades, así como para la sociedad en general.
En cualquier caso, las empresas deben seguir unas pautas que guían a la hora de realizar un plan de igualdad en perfectas condiciones, sabiendo que la ley dice que debe haber un trato por igual entre hombres y mujeres, y que ambos, deben contar con las mismas oportunidades dentro de una entidad, sin ser discriminados por el sexo.
Contratar los servicios de un experto en igualdad será una magnífica opción para poner en marcha un plan, teniendo en cuenta que se deben cumplir una serie de requisitos y que hay que atender ciertos parámetros.
Requisitos a cumplir
Como se ha mencionado, para poder establecer un plan de igualdad en una empresa, es esencial cumplir algunos requisitos básicos. De esta forma, en el caso de que la empresa cuente con más de 50 empleados, entonces tendrá tres años de plazo para poner en marcha su plan de igualdad. En el caso de que la entidad cuente con entre 100 y 150 trabajadores, el plazo es de 2 años; mientras que para las grandes compañías, de más de 250 empleados, el plazo es de un año.
También, es importante que el plan de igualdad se recoja en el convenio colectivo. Si se establece en el convenio, todas las empresas deben implantar uno, aunque la entidad cuente con menos de 50 trabajadores.
¿Cómo se implanta un plan de igualdad?
Lo primero que hay que tener en cuenta al respecto, es que para implantar un plan de igualdad, hay que ver cómo es la empresa y hacerlo a medida. En cualquier caso, dicho plan debe incluir datos tales como las características del mismo, la estructura que va a tener, y las fases o los plazos de ejecución, entre otras cosas.
En base a esto, el primer paso será escribir un documento donde se establezca el compromiso de la entidad, por lo que se denomina como principio de paridad, y de esta forma, comenzar a crear la Comisión de Igualdad.
Luego llega la fase de diagnóstico, que es la que cobra mayor importancia. Aquí, lo que se hace, es detectar las necesidades de la empresa y aplicar las medidas correspondientes.
Una vez que ha finalizado el diagnóstico, lo siguiente que se hace, es marcar los objetivos. Las metas deben responder a preguntas del tipo: qué es lo que se quiere mejorar en la empresa y analizar las áreas que necesitan mayor paridad, contemplando hechos tales como la accesibilidad al empleo, la conciliación o las condiciones salariales, entre otras cosas.
Tras realizar todo esto, se procede a la implantación del plan y a todas las medidas que se hayan establecido dentro de la fase de diagnóstico.
Luego, se realiza un seguimiento de los resultados y se evalúa el plan completo, para determinar si verdaderamente ha sido efectivo o hay que continuar aplicando nuevas medidas.
¿Cuáles son las ventajas de contar con un plan de igualdad?
En la actualidad, prácticamente cualquier empresa cuenta con su propio plan de igualdad, evidentemente, hecho a medida en base a la entidad. En cualquier caso, son muchas las ventajas que ofrece contar con un plan de estas características. Entre otras cosas, ayuda a eliminar cualquier tipo de discriminación por sexo en la entidad, y además, fomenta que los trabajadores modifiquen sus conductas en relación con conceptos como el de superioridad o inferioridad.
Un plan de igualdad, además, ayuda a igualar las oportunidades entre hombres y mujeres, previene situaciones de acoso y mejora la conciliación.