Dicen que la cocina es la muestra del amor con los sabores y el aroma. Esto es cierto. Pero, no basta la pericia y saber preparar platos exquisitos. Los utensilios como licuadoras, batidoras, exprimidores, picadoras y más son necesarios para poder hacer arte. Otras cosas que no pueden faltar son los ingredientes de primera calidad y un buen recetario que ofrezca cosas deliciosas y fáciles de preparar y que sean del gusto de toda la familia.
Importancia de los electrodomésticos en la cocina
La nevera, la cocina, las licuadoras, los exprimidores de zumo y las mejores batidoras son imprescindibles cuando se trata de cocinar. En pleno siglo XXI es impensable tener un batidor manual.
Las batidoras permiten mezclar a la perfección todo tipo de ingredientes para preparar ricas comidas, así como batidos de frutas, cócteles y mucho más. Es innegable que las cocinas de los hogares son cada vez más tecnológicas. Ya casi nadie pica o bate nada a mano.
Los electrodomésticos en la cocina facilitan la vida, pero no es su única función. La posibilidad de que se elijan modelos y colores que se adapten a cada necesidad de estilo y diseño interior de las cocinas es otro aspecto positivo de estos aparatos.
Es decir, no son solamente utilitarios y prácticos, sino en extremo atractivos y estéticos y confieren a las encimeras una sofisticación única.
Por otro lado, es fundamental tener en cuenta otro aspecto y es la eficiencia energética de los electrodomésticos. Se puede ahorrar mucho si se buscan equipos que no consuman cantidades excesivas de energía. Lo ideal es que sean calificación A + + +.
¿Qué es la miel ecológica?
Para ser un cocinero integral, hace falta conocer acerca de los orígenes y propiedades de los ingredientes que se utilizan para la preparación de alimentos. En este sentido, merece la pena saber sobre la miel ecologica a la que también se le llama miel bio o miel orgánica.
Esta deliciosa sustancia es la que elaboran las abejas, pero con el néctar que recolectan única y exclusivamente de los campos de flores que poseen la certificación ECO o certificación ecológica.
Además, no basta la certificación de las siembras florales para tener esta denominación y etiquetado, la ecológica tiene que cumplir todos los protocolos y procesos que exige la práctica de apicultura ecológica, lo cual significa que desde la siembra de las flores a la extracción de la miel de los panales no se usa ninguna sustancia química. Por tanto la miel ecológica es:
- Proveniente del néctar de flores en cuya siembra, cuidado y cultivo solo se usan fertilizantes, herbicidas e insecticidas naturales como timol o ácidos oxálicos.
- A las abejas no se les da ningún alimento, sino que solo usan el néctar. Esto se diferencia de las colmenas que usan agua azucarada.
- Por último, la miel ecológica se extrae a través de decantación y no usando spray de frío para desalojar las colmenas. En otras palabras, su recolección es artesanal.
- El resultado es una miel exquisita con un sabor floral sinigual y sin ningún tipo de sustancia químicas en ninguna fase de su elaboración y envasado.
Recetas fáciles para aprender a cocinar
Si no se es muy diestro en las labores culinarias, lo mejor es empezar por recetas fáciles que no involucren muchos procesos. Las técnicas tradicionales como los guisos, el horneado y la cocción en sartenes antiadherentes es lo más recomendable para empezar.
En este sentido, el horno es la alternativa más sencilla. Pollos y verduras se pueden hacer con tan solo regular la temperatura y el tiempo.
Por ejemplo, pollo. Para esta receta fácil se requerirá un pollo entero o en trozos. Es conveniente dejarle la piel porque aporta sustancia. Para los que cuidan la figura pueden retirarla y no comerla.
Con tan solo una mezcla de ajo, sal, orégano, un chorro de aceite, pimienta, un vaso de vino o de jugo de naranja bastará para crear un plato exquisito. Solo hay que hornearlo una hora por cada kilo de peso a 180 grados centígrados, hasta que dore.
Los vegetarianos y veganos pueden sustituir el pollo por una mezcla de patatas, calabaza, berenjenas, boniato o patata dulce y berenjenas. Se pica todo en cuadros y se le añade sal, aceite, ajo, orégano (o albahaca) y pimienta al gusto y se cocinan hasta que estén blandos, pero firmes.