Un nuevo estudio ha encontrado que los trabajadores de cuello blanco en Gran Bretaña dedican 17,2 horas adicionales no remuneradas cada mes, pero no necesariamente aumentan la productividad.
Maxis Global Benefits Network, que realizó la investigación, advirtió a los empleadores que fomenten el desempeño en lugar del tiempo dedicado al trabajo.
“Los empleados malsanos o estresados tienen un costo en disminución de la productividad, rápida rotación de personal, mayores costos de atención médica y ausentismo”, dice.
The Daily Telegraph culpa de la llegada del correo electrónico a los teléfonos inteligentes ya la floreciente cultura del ‘presentismo’.
“Una vez definido como un empleado que llega al trabajo cuando no se siente bien, el término se ha ampliado para referirse al personal que llega temprano y/o se queda tarde en la oficina solo para ser visto en su escritorio, así como aquellos que responden correos electrónicos horas. de la noche para demostrar que todavía están pensando en el trabajo”, dice.
Los empleados británicos ahora trabajan 30 minutos más a la semana que hace una década, según la Oficina de Estadísticas Nacionales. Y, el año pasado, The Independent reveló que «el 86% de las empresas habían informado un aumento en el ausentismo, y solo una cuarta parte de los empleadores dijeron que habían tomado medidas para abordar el problema».
El número de días de baja por enfermedad al año está en su punto más bajo, pero algunos lo han atribuido a los crecientes niveles de inseguridad laboral, creados primero por la recesión y ahora por el Brexit.
“Si bien el presentismo no es nada nuevo, la llegada de los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles ha llevado a los empleadores a esperar cada vez más que se pueda contactar a su personal en todo momento, incluidas las noches, los fines de semana e incluso los días festivos”, dice el Telegraph.
“Esto no solo erosiona el equilibrio entre el trabajo y la vida de los empleados, sino que fomenta una cultura en la que los empleados que trabajan más horas, ya sea que trabajen de manera efectiva o no, son recompensados por encima de los que no lo hacen. Esto afecta de manera desproporcionada a los padres y cuidadores que trabajan, en particular.
Numerosos estudios han demostrado que, lejos de aumentar la productividad, trabajar más horas puede reducir la producción y tener graves consecuencias para la salud a largo plazo.
Una investigación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha descubierto que el británico medio trabaja mucho más tiempo que sus homólogos franceses o alemanes, pero a los trabajadores británicos les lleva cinco días producir lo que otros logran en cuatro.
Algunas empresas han tomado medidas para evitar el exceso de trabajo y promover un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal. Estos incluyen pequeños cambios, como la prohibición de almuerzos en el escritorio o reformas más drásticas, como pasar a una semana laboral de cuatro días.