La comunión es uno de los eventos más importantes en la infancia de cualquier niño o niña. Se trata del paso previo a la adolescencia, que une a todos los amigos y familiares del pequeño en aras de celebrar este avance en la vida cristiana. Por eso, no es de extrañar que la planificación de la fiesta sea un tema de gran interés para los padres; quienes se dejan la piel en asegurar que todo salga a pedir de boca. En este sentido, el vestido de comunión ocupa un puesto de gran interés. Motivo por el que hoy te queremos dar hasta diez consejos para que encuentres el look perfecto para tu hija en esta fiesta. ¡Vamos allá!
Looks libres de excesos
Uno de los errores más habituales cuando se habla de vestido comunion es hacer que las niñas parezcan casi disfrazadas de bodas. No lo hagas: cuanto menores sean los excesos, mejor será el resultado final. En cuanto a los colores, puedes elegir entre el blanco tradicional o el rosa clarito. Si escoges la primera opción, añadir un lazo azul será todo un triunfo.
Que esté cómoda en todo momento
No te olvides de que tu peque ha de sentirse a gusto en todo momento. Es su fiesta y lo natural es que quiera jugar con sus amigos en cuanto termine la ceremonia. Por eso, es recomendable que goce de libertad de movimiento y se sienta cómoda en el vestido. De lo contrario, se lo querrá quitar antes incluso del banquete y adiós a todo tu esfuerzo buscando el vestido perfecto.
Deja que elijan su propio vestido
Puede que para tus ojos, tu hija siga siendo ese bebé que tenías en brazos hace nada. No obstante, ya están dando sus primeros pasos hacia la adolescencia y te recomendamos que tu peque sea quien elija su vestido. ¡Ya verás lo mucho que te lo agradece!
La elegancia de lo sutil
Siguiendo lo previamente comentado con los excesos, te animamos a que huyas de los tejidos pesados. Materiales como el algodón, el lino o el punto son opciones mucho más acertadas; haciendo que luzcan un estilo elegante sin grandes pomposidades.
Nada de maquillaje
Por si tenías algún tipo de dudas al respecto, el maquillaje debe estar descartado en este evento. Son niñas y ya están guapas de por sí: no hace falta someterlas a este tipo de procesos de estética. Deja que la inocencia prevalezca durante su infancia.
Complementos que nunca fallan
El tema de los complementos suele traer de cabeza a muchos padres. Una vez más es recomendable priorizar en lo sutil; por lo que nunca está de más una corona de flores para adornar este hermoso look. Un artículo para el cabello que les hará lucir como auténticas princesas.
Lazos perfectamente hechos
Los lazos son un “must have” en cualquier vestido de comunión. Eso sí, que sea del tamaño adecuado. Muy grande puede echar por tierra el resto del vestido y muy pequeño pasará sin pena ni gloria. En el término medio reside la virtud.
Rosarios o cruces para la ceremonia cristiana
No olvidemos que se trata de una ceremonia cristiana y, por lo tanto, los adornos religiosos son imprescindibles. En este punto, puedes elegir un rosario tradicional y acertarás seguro. No obstante, quizás sea mejor una pequeña cruz para seguir esta línea de lo sutil.
Apuesta por los nuevos modelos reciclables
La comunión es un día único en la vida; motivo por el que este vestido no se va a volver a emplear jamás. Ahora bien, en la actualidad han surgido modelos elaborados a base de materiales reciclables que te permitirán dar más usos al vestido. Además, estarás incentivando entre los peques la cultura de la sostenibilidad.
¿Y si refresca?
Generalmente, las comuniones se celebran en mayo o en octubre. Unas épocas que no son especialmente frías, pero tampoco calurosas. Por eso, en aras de evitar que tu peque pase frío, lo mejor es que lleves una rebeca de punto. Importante: que pegue con los colores del vestido.