Hay ocasiones en las que se ha de arreglar una avería, cambiar la persiana o comprar material escolar, pero no se dispone de cash
A veces, las familias llegan muy apuradas a fin de mes y los sueldos apenas dan para cubrir los gastos cotidianos. Pagar facturas, hipotecas, recibos, tasas e impuestos y la cesta de la compra. Por todo ello, cuando surge un imprevisto, las economías personales sufren un contratiempo muy importante.
Sin embargo, hay entidades que han sabido detectar esta necesidad y han elaborado una serie de productos financieros que son muy atractivos. Además, han incorporado la atención puramente online, por lo que acceder a ellos es cuestión de minutos.
Concretamente, se trata de los préstamos rápidos. Se denominan así porque sus servicios están disponibles en cualquier momento y porque resuelven con urgencia la petición crediticia. El tope suele estar en los setecientos cincuenta euros; por tanto, es una pequeña cantidad que deberá ser devuelta a través de cuotas que también los clientes pueden determinar a tenor de su comodidad.
Otra de las grandes ofertas que ofrecen algunas de estas compañías es que el primer crédito que avalan tiene un interés cero, así pues, es muy atractivo para los clientes. El hecho de no necesitar alguien que respalde el crédito también supone una gran ventaja. Al mismo tiempo, el trámite burocrático es mínimo y se resuelven desde cualquier dispositivo con acceso a la red.
Y ¿si estoy en una lista de morosos?
Hay entidades que cruzan sus datos con ASNEF, un archivo donde aparecen las personas morosas de España. Sin embargo, otras entidades son más indulgentes y hacen posible acceder a microcréditos sin tener en cuenta si se está o no en ese listado. Por tanto, si no se ha pagado una factura de móvil o un mes de internet, no será impedimento para acceder a esta línea de créditos y préstamos rápidos. Porque la verdadera intención es ayudar al cliente a salvar su escollo y confiando en su buena fe.
Ventajas de los préstamos rápidos
Son muchas las facilidades que ponen estas entidades, normalmente, son intermediarias entre aquellos clientes que precisan de esta ayuda económica y las sucursales que están dispuestos a ofrecer. Por ese motivo, conocen a la perfección el mercado y detectan los perfiles de clientes que pueden acceder a estos microcréditos.
La devolución se puede hacer entre dos y tres meses, por lo que también es un alivio para las familias. De ese modo, no tener que desembolsar de una vez la cantidad del bien o del servicio sufragado mejora la capacidad económica. Por ejemplo: si la lavadora queda inservible y hay que adquirir una nueva, pero no se tiene el dinero, se puede recurrir a estos minicréditos y devolverse en dos o tres pagos, lo que facilitará la adquisición de ese bien.
Solicitud online al cien por cien, por tanto, se ahorra tiempo, dinero y burocracia innecesaria y, además, lo hacen con los máximos parámetros de seguridad. También hacen un breve estudio personal y eso hace que la compañía detecte las necesidades e incluso ofrecer productos acordes a ellas.
Y, como indica su propio nombre, la rapidez. Es posible que en menos de diez minutos se pueda proceder a la concesión de estos créditos. Por tanto, todas estas son ventajas que facilitan a las familias paliar contratiempos y hacer frente a gastos inesperados.
En definitiva, se trata de disponer herramientas de crédito que de verdad ayuden a las personas a salvar un escollo económico. Muchas veces, los bancos tradicionales se enrocan en que el cliente demuestre solvencia económica, en ese caso, ¿para qué necesita el crédito? Sin embargo, con estas fórmulas se abren más vías para los que ven, una y otra vez, como otras entidades les cierran las puertas. Una oportunidad real de aliviar una situación que, en un primer momento, puede parecer insalvable. Esa es la misión principal de estos créditos rápidos.