Porque además de decir adiós al tabaco o al alcohol; debes tener presente otras cuestiones como, sin ir más lejos, la dieta diaria.
Porque no vale con “no engordar”. Puedes estar delgado y no estar sano. Cuidar la alimentación es fundamental para llevar una vida sana y natural.
Alimentación Saludable
En primer lugar, comer bien es súper importante. Dejar a un lado los procesados y alimentarse, respetando sentencias como las 5 piezas de frutas diarias o eliminando la comida rápida de nuestra dieta, sin ir más lejos…
“Somos lo que comemos” y, por tanto, una dieta equilibrada basada en productos naturales y que supla nuestras necesidades nutricionales; fomenta la prevención de todo tipo de enfermedades. Interesante, ¿verdad?
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Ejercicio físico
Por otro lado, la actividad física y el deporte no pueden faltar en una vida sana y natural. Dejar atrás malos hábitos como el tabaco y el alcohol y sustituirlos por el gimnasio, excursiones al aire libre o caminatas son la mejor forma de ser sano y natural.
De hecho, el deporte solo trae beneficios para la persona que lo practica:
- Ayuda a entablar relaciones sociales y, por ello, elimina la soledad en el individuo.
- Reduce la aparición de enfermedades coronarias, la primera causa de muerte a nivel mundial.
- Controla el peso y reduce la grasa acumulada por el sedentarismo.
- Mejora la salud mental (el deporte ayuda a eliminar el estrés o la ansiedad).
- Sirve para optimizar los niveles de azúcar e insulina (clave para los diabéticos).
- Favorece una mejor vida sexual (sobre todo, en hombres con problemas de erección).
- Fortalece huesos y músculos.
- Mejora la calidad y las horas del sueño.
Y es que este último, el sueño, también es fundamental para llevar una vida sana.
Horas de sueño
¿Sabías que el sueño afecta directamente a la salud? En efecto, para estar sanos es necesario dormir nuestras horas de sueño correspondientes. Y así estar descansados y preparados para el siguiente día.
Nuestro cuerpo es como una máquina que necesita resetearse. Y, para ello, un buen descanso es imprescindible. De hecho, a los adultos se nos recomienda dormir entre 7 y 9 horas y a los adolescentes, hasta 10.
No es baladí obviar las consecuencias de no dormir lo suficiente: falta de atención, irritabilidad, fatiga o, incluso, obesidad y problemas cerebrales y cardíacos.
De esta forma, hay que hallar el escenario perfecto para que Morfeo nos meza en su sueño: fuera pantallas, fuera luz, fuera ruidos, una cama cómoda y confortable y fuera preocupaciones, también. En otras palabras: preparar el lugar perfecto para el momento culmen del relax.
El sueño, junto a la actividad física y una dieta sana, son los 3 pilares básicos para llevar una vida saludable. Y tú, ¿quieres disfrutar de una healthy life? Pues, además de llevar a cabo unos buenos hábitos diarios, la formación es siempre imprescindible.