Para ponerse y mantenerse verdaderamente en forma, es esencial hacerlo desde un punto de vista integral que abarque el ejercicio físico, una alimentación apropiada y el cuidado del bienestar mental. De acuerdo a las estadísticas recientes en España, un 53% aproximadamente de la población adulta no practica suficiente actividad física, lo que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades crónicas tales como la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Consejos para mejorar tu estado físico y bienestar general
Poniendo en práctica estas recomendaciones, puedes lograr una mejora en tu constitución física y salud general:
- Realiza actividad física con regularidad. Semanalmente pueden ser 150 minutos de ejercicios moderados, o 75 minutos si se trata de ejercicios de alta intensidad. Estas son las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los ejercicios pueden ser caminatas, carreras, natación, practicar algún deporte o ejercicios de entrenamiento de fuerza.
- Para ponerse realmente en forma también se aconseja que incluyas actividades físicas variadas en tu rutina, con la finalidad de trabajar diferentes partes de tu cuerpo, de mantenerte interesado y motivado. Puedes practicar yoga, pilates, senderismo o clases en grupo.
- Aliméntate de manera balanceada con una dieta que incluya frutas, granos enteros, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Evita o minimiza la ingesta de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos.
- Debes asegurarte de descansar apropiadamente durante el tiempo necesario, para permitir que tu cuerpo se recupere de los ejercicios. Tus músculos deben reponerse y un buen descanso evitará lesiones.
- También debes cuidar tu salud mental por medio de técnicas de relajación, meditación, interrelación social o actividades recreativas.
Beneficios de mantenerse en forma
Son diversos los beneficios que puedes disfrutar al ponerte y mantenerte en forma. Practicar actividad física regularmente reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorando la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
Por otro lado, el ejercicio constante contribuye a quemar calorías y a mantener un peso saludable, lo que minimiza el riesgo de obesidad y las complicaciones asociadas a esta condición.
Adicionalmente, el entrenamiento de fuerza y la actividad física ayudan a fortalecer tanto los músculos como los huesos, previniendo la pérdida de masa muscular y la osteoporosis.
Asimismo, la actividad física libera endorfinas, hormonas que reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo, lo que puede ayudar a combatir la ansiedad y la depresión.
Mantenerse activo regularmente aumenta los niveles de energía y mejora la calidad del sueño, lo que te hace sentir más enérgico y vital durante el día.
Al adoptar un estilo de vida activo y saludable, puedes mejorar significativamente tu estado físico y bienestar general, disfrutando de una vida más plena y saludable.