Una marca no se puede permitir entregar a sus consumidores un producto dañador en su transporte, ya que dicho consumidor no va a pensar que ha ocurrido algo durante el trayecto, sino que instintivamente le va a echar directa o indirectamente la culpa a la marca por lo ocurrido y la imagen de esta se verá afectada.
Por lo que es muy importante que se contrate una agencia de transporte que comparta los valores de la marca para evitar todo lo posible este tipo de conflictos con los consumidores.
Ante un producto dañado, una empresa no solo se encuentra ante un problema de imagen y descontento del consumidor, sino que se encuentra ante la responsabilidad de asumir todos los costes de reemplazar el producto, sustituirlo, etc. Es decir, la empresa es responsable de todas las repercusiones que puedas ocurrir.
Razones por las que se daña la mercancia y no llega en buen estado al destinatario
Las empresas no pueden controlar muchas cosas de las que ocurren con los productos y mercancias una vez que salen una vez de sus instalaciones, pero lo que si está en su mano es establecer una relación con una empresa de transporte que sea fiable y de un buen servicio para evitar este tipo de problemas.
En este punto, también interviene el factor humano y es que, durante la carga o descarga, o incluso manipulación, puede haber errores o incluso robos o pérdidas de mercancia. Así como, los cambios bruscos de temperatura o la humedad a la que se enfrentan los productos durante los trayectos, si es mercancia sensible.
Para evitar este tipo de inconvenientes, una marca puede proteger su mercancia y evitar contratar transportes baratos que puedan poner en riesgo la carga confianza en una empresa que le pueda aportar la fiabilidad y el control sobre la mercancia que dicha marca no tiene durante el trayecto.