Gracias al trabajo de estos expertos, tanto autónomos, empresas y personas particulares pueden llevar un control de sus obligaciones tributarias y presentar subvenciones, prestaciones o ayudas
Anualmente toda persona física debe hacer la declaración de la renta, al menos, todas aquellas que por las circunstancias legales están obligadas a hacerla. Además, las cuentas de las empresas, las liquidaciones o las nóminas de sus empleados, así como indemnizaciones y demás tributos tienen que estar al día.
Todas esas son las razones que pueden llevar a una empresa, a un autónomo o a una persona particular a recurrir a la asesoría jurídica, laboral y fiscal de un gestor que certifique cada uno de los procedimientos, los haga en tiempo y forma y esté pendiente de las resoluciones y/o reclamaciones correspondientes. Sin duda, los asesores jurídicos y fiscales ayudan a muchas personas a estar al día con su tributación, con sus obligaciones fiscales, pero también con todo el grueso de subvenciones y becas a las que pueden acceder.
De la misma manera, cuando se es un empresario de Pyme o autónomo sale muchísimo más rentable contar con un paquete de servicios externos, ofrecido por estas asesorías, que contratar directamente a un profesional en la compañía. De esta manera, la gran ventaja es que solo se abonará el servicio prestado, sin otra obligación fiscal, ni legal, algo que no ocurriría si hay que contratar a personal de fiscalidad, laboral o recursos humanos.
Por todo ello, estas oficinas, como FG Asesoría, se han diversificado en su prestación de servicios contando, de esta manera, el empresario o autónomo con un conjunto de profesionales multidisciplinares para gestionar cada departamento, cada tramitación y cada sector al que afecte a su empresa gracias a la ayuda de estos profesionales.
Gracias a ellos, es posible acceder a esa asesoría integral outsourcing, sin tener que contratar más que aquellos servicios que se prestan y cuando se prestan. También evita un desembolso en nóminas, una optimización del espacio donde ejerce su actividad la empresa y, evidentemente, un ahorro tácito en herramientas y licencias de programas informáticos de contabilidad, gestión de los recursos humanos, etc..
Ventajas de contratar el servicio de una Asesoría
Principalmente son tres las razones que deben llevar a un cliente a decantarse por una asesoría laboral, fiscal y jurídica. Pero la primera carta de presentación es la formación y la experiencia de los profesionales que ejercen en ella sus servicios, ya que, cuanto más formación específica tengan, mayor aportación a cada campo de conocimiento y más casos resueltos con positividad atesoren, más atractivo será para la personas que contrata sus servicios.
En segundo lugar, que haya una gran variedad de servicios. Es decir, que si soy autónomo y preciso un paquete, este incluye la emisión y control de facturación, la contabilidad o la gestión de los recursos humanos en general y la presentación de tributos y fiscalidad, que pueden hacer ese servicio completo. Porque eso da garantía y rigor al equipo que ejerce su profesión en esa agencia.
Buscar tranquilidad y un servicio a la altura
Obviamente, esa es la premisa esencial que cualquier cliente exige, una vez deposita en manos de sus asesores el control de cada departamento de su empresa. Por eso, la relación entre el equipo de asesores y el particular, empresa o autónomo ha de ser de total cercanía, adaptándose a sus necesidades y buscando, en todo momento, las fórmulas más óptimas.
En definitiva, los asesores buscan la tranquilidad del empresario y el particular, especialmente en la relación con la administración y con sus obligaciones tributarias. Pero, al mismo tiempo, sirven para ofrecer ayudas y acceder a un catálogo de exenciones, subvenciones y becas que, generalmente, pasan desapercibidas para muchas personas que son susceptibles de recibirlas y eso es una gran ventaja.