La ansiedad y el estrés se han convertido en compañeros constantes de más de una persona. Por ello, se ha vuelto imprescindible encontrar herramientas que ayuden a reconectar con nosotros mismos. La Danzaterapia, una forma de terapia que combina movimiento y expresión corporal, se presenta como una solución valiosa para quienes buscan una forma de liberarse de las tensiones acumuladas. Esta práctica facilita la expresión de emociones reprimidas y ofrece una forma única de autoconocimiento a través del cuerpo. La Danza de los Sentidos, en particular, integra métodos de Danzaterapia y Psicodanza Cubana, brindando un espacio donde cada participante explore su corporalidad y encontrar su propio movimiento. Este enfoque es accesible para todos, independientemente de la edad o condición física. En ella, el objetivo es descubrir la belleza de tu propio cuerpo en movimiento.
El poder del movimiento
Investigaciones han demostrado que bailar ayuda a liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad, y tiene efectos significativos en la salud mental. A través del taller de la Danza de los Sentidos, los participantes tienen la oportunidad de explorar sus emociones y liberar tensiones. Este proceso de autoexpresión contribuye a una mejor salud emocional, ayudando a reducir los síntomas de ansiedad y estrés. Uno de los principios fundamentales de esta práctica es la idea de que “el cuerpo habla lo que la boca calla”. Esta frase, acuñada por el reconocido escritor Alejandro Jodorowsky, refleja la premisa de que nuestras emociones y experiencias se manifiestan a través del cuerpo. En el taller se invita a los participantes a escuchar su cuerpo, a prestar atención a lo que cada parte de él intenta comunicar.
Un espacio para la expresión emocional
El taller se estructura en torno a ejercicios sencillos que promueven la expresión libre. La música se convierte en un vehículo que ayuda a los participantes a liberar emociones y encontrar su propio ritmo. En este espacio, todos se mueven a su manera, sin la presión de cumplir con un estándar de perfección. La idea es crear un ambiente donde cada uno pueda ser auténtico, donde la danza se convierta en un medio para explorar y expresar emociones profundas.Esta terapia también aborda el desarrollo sensorial y perceptivo. A través de la danza, se estimulan las facultades cognitivas y se fomentan actitudes relacionales positivas. Cada movimiento se ve como una forma de comunicación, con uno mismo, y con los demás.La formación de Estela Tello, terapeuta psicocorporal y experta en el campo de la danza, agrega un valor significativo a esta práctica. Con un amplio trasfondo en Cuerpo y Movimiento, Psicoballet cubano y Reiki, su enfoque integra diversas disciplinas que enriquecen la experiencia terapéutica.
Conexiones profundas a través de la danza
Un aspecto fascinante de la Danza de los Sentidos es su capacidad para activar diferentes áreas del cuerpo y hacer que los participantes se conviertan en conscientes de sus sensaciones. “Dentro de mí hay un secreto que pertenece a todos… Es el movimiento”, dice la frase de M. Fux, que resuena profundamente en esta práctica. Cada persona tiene su propio estilo de movimiento, y al explorar estas diferencias, se crea un rico tapiz de experiencias compartidas que fortalece la conexión entre los individuos.La Danza también enfatiza la importancia de la educación emocional. Al aprender a reconocer y expresar las emociones a través del movimiento, los participantes desarrollan habilidades que se aplican en su vida diaria.Si estás en Bilbao, esta es tu oportunidad para probar una sesión gratuita en el Centro Cenith. La Danza de los Sentidos no solo es una forma de terapia; es una celebración de la vida.