La delegación talibán a las conversaciones en Qatar a fines de este mes con el objetivo de llevar la paz a Afganistán incluirá representantes femeninas.
La reunión en Doha del 19 al 21 de abril será entre los talibanes y varios afganos prominentes, incluidos políticos de la oposición y activistas de la sociedad civil. Siguieron discusiones similares que tuvieron lugar en febrero en Moscú.
Zabihullah Mujahid, principal portavoz de los talibanes, confirmó: «Habrá mujeres entre los miembros de la delegación talibán en la reunión de Doha, Qatar».
No mencionó los nombres de las mujeres, pero destacó que las diputadas “no tienen parentesco con los altos representantes de los talibanes, son afganas normales, dentro y fuera del país, que han sido simpatizantes y forman parte de la lucha del Emirato del Islam».
Para un grupo conocido por su interpretación intransigente del islam, incluida una postura ultraconservadora hacia los derechos de las mujeres, la medida «representa un paso hacia un llamamiento para que las mujeres sean incluidas en las conversaciones, con la intención de sentar las bases para un futuro acuerdo de paz», dice. Reuters.
Sin embargo, Mujahid especificó que las mujeres solo se unirían a las discusiones con afganos destacados y no participarían en negociaciones de paz importantes con funcionarios estadounidenses, encabezadas por el enviado especial para la paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad.
En el transcurso de las negociaciones, los líderes talibanes realizaron varias declaraciones asegurando que pretenden defender los derechos y libertades de las mujeres en cualquier futuro acuerdo de poder compartido. “Vemos a las mujeres como las fundadoras de una sociedad musulmana y estamos comprometidas con todos los derechos de las mujeres que les ha otorgado la sagrada religión del islam”, dijo Sher Mohammad Abbas Stanikzai, líder talibán a principios de este año.
Pero no todos están convencidos, ya que los activistas por la igualdad de género señalan la opresión pasada de las mujeres por parte de los talibanes, así como incidentes más recientes, como la flagelación pública de una mujer de 32 años por no usar un velo en Sar-e-Pol. provincia.
Bajo el régimen talibán que controló la mayor parte de Afganistán entre 1996 y 2001, a las niñas se les prohibió ir a la escuela, mientras que a las mujeres «se les prohibió trabajar [and]… tenía que estar cubierto de pies a cabeza cuando se aventuraba afuera y acompañado por un pariente varón, incluso si eso significaba su bebé”, informa el Washington Post.
Cientos de mujeres afganas se unieron a la periodista Farahnaz Forotan para exigir que se salvaguarden sus derechos en las negociaciones de paz.
“La paz no tiene que venir al precio de regresar. Porque hemos logrado mucho en los últimos años. ¿Las mujeres todavía tendrán que pagar un precio? ¿No es eso más que suficiente una vez?”, dijo Forotan a The Hindu.
Pero Fawzia Koofi, exparlamentaria que participó en reuniones anteriores con los talibanes, dijo que la presencia de mujeres en el equipo talibán era un «buen paso».
“Solo las mujeres pueden sentir el dolor y la miseria que han sufrido las mujeres afganas. La presencia de mujeres entre los negociadores talibanes muestra que la ideología talibán ha cambiado”, dijo a Reuters.