La Ley del Solo Sí es Sí ha traído consecuencias importantes para las víctimas de abusos sexuales. Y es que, lamentablemente, muchos condenados se han beneficiado de la misma para reducir las condenas, y más de una docena ha salido en libertad.
Se trata, sin duda alguna, de terribles noticias para las víctimas de estos crímenes y para sus familias. Sin contar con que sienta precedentes muy peligrosos que puede favorecer un aumento de los crímenes de esta categoría, afectando seriamente a las mujeres, niños y niñas, quienes suelen ser los más vulnerables en este aspecto. De ahí, la importancia de contar con una buena abogada penalista porque siempre se han tratado de temas sumamente complejos y desde la aprobación de esta ley, el proceso se complica un poco más, sobre todo cuando el objetivo es obtener justicia, indispensable para que las víctimas puedan, poco a poco, recuperar sus vidas con tranquilidad.
Impacto de la Ley del Solo Sí es Sí
Lamentablemente, la aprobación de la Ley Solo Sí es sí ha traído como consecuencia la excarcelación temprana de una gran cantidad de depredadores sexuales, lo que pone en peligro a todos los ciudadanos. De igual forma, muchos otros criminales se han beneficiado de esta ley para rebajar, significativamente, sus condenas, lo que, al igual que los primeros, les permitirá salir mucho antes de la cárcel.
En este sentido, el tribunal detalló que la nueva ley es sinónimo de garantía integral de libertad sexual, por lo que algunos beneficios podrán aplicarse para la situación del reo cuando la pena fijada sea inferior a los supuestos que procedan. Pese a ello, también se ha especificado que cada caso debe ser evaluado de forma individual, por lo que lo aplique en una situación, no necesariamente podrá ser aplicable en otra.
Lo anterior, a nivel penal, también contrasta con lo dicho por la Fiscalía General, especialmente en lo que respecta a que no se modifican las penas cuando las mismas sean interpuestas bajo los parámetros del nuevo marco legal. Este último criterio, en teoría, evitaría la reducción de las penas como hemos observado hasta los momentos.
¿Delito o abuso sexual?
A nivel penal, uno de los aspectos que más llaman la atención es que la nueva ley ha absorbido la agresión sexual al abuso sexual. En este sentido, un delito que es considerado mucho más grave incorpora una conducta de menor gravedad.
De acuerdo a lo anterior, la reducción de las penas de muchos agresores sexuales se debe, principalmente, al hecho de que ya no se diferencia entre abuso sexual y agresión sexual. Es por eso que muchos criminales, debidamente asesorados, se han aprovechado de ese cambio para reducir el impacto de sus crímenes y, por ende, de sus correspondientes penas.
Por otro lado, en el caso de los agresores que cometan delitos considerados como menos graves, pueden sufrir consecuencias más fuertes porque supondría el endurecimiento de las penas. Se trata de una situación que debe ser abordada con mucha cautela y, preferiblemente, debe ser desarrollada por los mejores profesionales en el área de derecho penal porque se están castigando, bajo un mismo artículo, delitos de distinta gravedad y no solo eso, esa diferencia de gravedad es significativa.
Entonces, con este cambio clave que ha impulsado la nueva ley, el principio de proporcionalidad se ha reducido de forma significativa. El resultado, como se ha observado, no es precisamente favorable para las víctimas y, en el caso de los que cometan el delito, dejaron de existir límites claros en lo que respecta a recibir condenas más justas en función de la gravedad del delito cometido.
De allí que, los abusos sexuales, sean castigados a partir de esta ley con lo mínimo establecido, mientras que, en los casos menos graves, los ejecutores podrán ser castigados con penas muy superiores al grado. De todo lo anterior, se deriva que muchos condenados hayan solicitado la revisión de sus penas y gracias a la entrada en vigencia de la nueva ley, muchos han salido beneficiados.
Pese a lo anterior, también es importante destacar que solo hay posibilidad de rebaja en aquellas condenas en las que se haya detallado de forma clara y concisa a los que hayan sido condenados a las penas mínimas en función de los previsto en la legislación correspondiente. Es así que, en el caso de que la mínima haya cambiado, esta deberá cambiarse de forma automática para los condenados.
En cambio, si la mínima está establecida dentro de los límites establecidos en la nueva ley, pero sin especificar en la sentencia que se corresponden a la mínima, estos no podrán reducir su pena. En otras palabras, solo las personas que hayan sido condenadas a la pena mínima según lo establecido en los artículos del 178, 179 y 180 del Código Penal, serán los que puedan solicitar la revisión porque los que no cumplan con lo anterior, difícilmente lograrán un cambio.
Por el lado contrario, las personas que están cumpliendo una pena privativa de su libertad por abuso sexual no les será conveniente una revisión de las penas porque podrían, incluso, aumentar. Es por tal motivo, que cada caso debe ser evaluado porque pueden tener matices diferentes que bien pueden favorecer o no, a la persona que ha sido condenada por cometer crímenes de esta naturaleza.
Considerando que los crímenes de carácter sexual siempre han sido sumamente delicados y complejos, tanto para el denunciante como para el acusado, con la aprobación de esta nueva ley, puede llegar a ser un poco más complicado. Es por ello que resulta de vital importancia contar con los servicios de un abogado penal especializado en este tipo de temas, indispensable para tener acceso a la mejor defensa posible y lograr justicia, a la vez, imprescindible para cerrar capítulos y superar heridas.
Por todo lo anterior, es sumamente importante que el abogado que contratemos se interese verdaderamente por nuestro caso. Es recomendable, además, que cuente con amplia experiencia en el área y, por supuesto, con casos de éxito que respalden dicha experiencia. Considerando lo complejo de las nuevas leyes, contar con el mejor abogado penalista es determinante para tener una defensa a la altura de las circunstancias.