Hay pruebas científicas de la existencia irrefutable de Dios

La existencia de un ser supremo que controla todo en el universo es un concepto que se ha discutido siempre desde que el hombre es hombre y ha tenido sus adeptos y contrarios en todo momento. Pero cuando se tiene fe y una percepción amplia y consciente, se puede deducir hasta con el uso de la propia ciencia, la existencia indiscutible de la presencia divina y permanente de Dios, con argumentos sostenibles hasta por destacados científicos del mundo.

Creer en Dios es un acto de fe muy personal que se da en muchas culturas en distintas épocas de la humanidad. Este concepto divino de un ser supremo que controla todo en la Tierra y el Universo, que mantiene un equilibrio perfecto y que está presente en todas las actividades y cosas que se hacen, nace desde que el hombre es hombre y se ha mantenido siempre con sus discusiones por parte de creyentes y detractores.

Son muchos los alegatos de cada parte y es muy comprensible que en cualquiera pueda surgir el normal sentimiento de «no entiendo”, que muchas veces puede llenar la mente de dudas, que pueden llegar a ser difíciles de resolver.

Sin embargo, hay argumentos, razonados y muy concretos, apoyados hasta por destacados científicos de talla mundial que han comprobado la existencia irrefutable de Dios y que dan por descartadas las teorías atribuidas al azar como elemento creador de todo lo que existe en el Universo.

La existencia de Dios plantea cuestiones filosóficas que se basan en argumentos metafísicos, antropológicos, empíricos y gnoseológicos, que pueden llevarse al campo científico cuando se hacen ciertas deducciones, de manera que llegan a la conclusión cierta de que en efecto puede haber un ser supremo detrás de todo lo que existe.

Las matemáticas lo comprueban

Hay científicos que han manifestado públicamente creer en la existencia de Dios y que han desarrollado diversas teorías que confirman su existencia, entre ellos, el connotado matemático francés Pierre Lecomte Du Noüy (1883-1947), quien con algunos complicados cálculos demostró sus argumentos.

Él aseguraba que con hacer algunos cálculos matemáticos se podía demostrar la imposibilidad de explicar cómo es que hay vida en la Tierra, por lo que sólo quedaba la teoría de que detrás de todo hubiera un ser superior magnánimo, o sea Dios.

Lecomte Du Noüy, al hacer sus complicados cálculos demostró que para que se creara una molécula de disimetría 0.9, la posibilidad sería de 2,02 x 10 elevado a menos 321, y el tiempo para eso que sucediera sería de 10 elevado a 243 mil millones de años; y considerando que la edad del sol es de 5 x10 elevado a la 20 segundos, habría sido imposible, que por simple azar se creará tan solo una molécula, y mucho menos la vida.

Por lo explicado anteriormente, el científico francés estableció que la única forma posible, es que detrás del complicado mecanismo que es el Universo, exista una fuerza superior que haya dado forma a todo. Solo queda Dios.

Tal como explica también Virchok, reconocido biólogo de la antigua URSS, quien plantea que solamente hay dos posibilidades para explicar la vida en la Tierra: la creación o la generación espontánea, aunque la generación espontánea no es científica y nunca se podrá demostrar, debido al rechazo por principios sobre Dios.

Otras apreciaciones

Son muchos los científicos que han aceptado y reconocido la existencia de Dios, hasta el propio Albert Einstein en algunas ocasiones lo expresó públicamente, así como otros tantos que hasta llegaron a desarrollar ideas muy convincentes y claras al respecto.

Hugh Ross, astrofísico canadiense, es uno de estos destacados científicos que han defendido la existencia de Dios. Entre sus tantos testimonios aseguraba que hay más de una decena de pasajes diferentes en la Biblia, en diversidad de formas verbales hebreas, que refieren sobre Dios ‘extendido de los cielos’. Esto significa, según argumenta, que se habla no de manera figurativa, sino literal sobre que Dios expande el Universo.

Ross consideró que la Biblia revela a través de sus enseñanzas, y con poder predictivo, la existencia de Dios, por todas las evidencias que este documento sagrado expone miles de años antes, lo que va mucho más allá de la teoría del Big Bang u otras hipótesis que otros científicos hayan manejado con el paso del tiempo.

De igual manera, es oportuno mencionar el trabajo de investigación del físico brasileño  Marcelo Gleiser, quien ha dedicado gran parte de su vida en la ciencia a demostrar que la ciencia y la religión no son enemigas. Califica como una completa tontería el hecho de que científicos, incluso famosos, se basan en la premisa de que la cosmología explica el origen del Universo y el todo, dejando de lado a Dios.

También los filósofos griegos, entre ellos Sócrates y Platón, cinco siglos antes de Cristo, con sólo aplicar el razonamiento descubrieron que Dios debe ser uno, espiritual, sin cambios, fuera de cualquier medida de espacio o tiempo, muy simple, y que explicaba el por qué de todo.

Premisas que comprueban la existencia de Dios

Más allá de cualquier afirmación científica, hay varios conceptos y premisas que se basan en la fe y que confirman fácilmente la existencia de Dios:

  • No solo existe, es que es.
  • No es solo que todo lo que existe es creado por Dios, sino que a través de Él y por Él subsiste.
  • Dios es la causa de todo, sin Él nada existiría, es lo obvio, y lo obvio no necesita demostración.
  • Si no hubiera la existencia de Dios nada podría existir, por cuanto de la nada no puede surgir nada.

En conclusión para creer en Dios solo basta la fe y entender que nada de lo que existe en el mundo habría sido posible sin la presencia de un ser superior que pudiera crear el milagro de la vida, y eso solo es explicable, incluso científicamente, con la existencia de Dios, tal como lo han planteado estudiosos en todo el mundo a lo largo de la historia de la humanidad.

Solo hay que abrir el corazón y la razón, y dejar que ese ser supremo que es Dios entre y también haga milagros en tu vida. Es muy fácil, tan solo debes creer que lo demás se da solo.