Cuando tu hijo está al aire libre, probablemente tiene más espacio y libertad para realizar grandes movimientos como correr, saltar, dar patadas y lanzar. Este tipo de actividades físicas son beneficiosas para el desarrollo de los pequeños.
En qué beneficia a los niños los juegos al aire libre
Jugar al aire libre y estar en entornos naturales también puede ayudar a los niños a relajarse y sentirse tranquilos. Esto significa que los juegos al aire libre también pueden ser buenos para su salud mental y bienestar.
A veces, basta con sacar a tu hijo a la puerta y dejar que se invente sus propios juegos. Pero recuerda que jugar al aire libre, por ejemplo en una piscina hinchable, les permite compartir con otros niños de su edad, lo que promueve valores como el compañerismo, el respeto, la tolerancia, entre otros.
¿Por qué debe jugar mi hijo al aire libre?
En su mayoría, los niños de hoy en día pasan siete horas al día mirando aparatos electrónicos como teléfonos, portátiles, tabletas y televisión. Las pruebas demuestran que los niños de hoy en día tienden a cambiar el ocio activo al aire libre por actividades más sedentarias, a menudo en detrimento de su salud y calidad de vida. Por ello, si tienes espacio ofréceles la oportunidad de jugar con un divertido lanzador de agua, que le dará una alternativa creativa de pasar el tiempo.
Como padre, quieres que tus hijos crezcan como personas sanas y equilibradas, con un fuerte sentido de la independencia. La mejor manera de enseñarles estas cualidades es hacer que jueguen al aire libre y en una piscina es ideal, pues las hay para variadas edades.
El juego al aire libre está directamente relacionado con la fuerza física, el peso y la función inmunitaria del niño. Los niños activos durante la infancia suelen ser más propensos a practicar ejercicio físico regular en etapas posteriores de su vida.
En comparación con sus compañeros, los niños que pasan más tiempo al aire libre suelen presentar los siguientes atributos.
1. Habilidades motrices avanzadas
Jugar al aire libre permite a los niños desarrollar habilidades motrices más avanzadas que los que pasan la mayor parte del tiempo dentro de casa, como la agilidad, el equilibrio y la coordinación. Los entornos al aire libre ofrecen a los niños el espacio que necesitan para caminar, jugar y columpiarse. Pueden jugar a atrapar la pelota. Pueden gatear bajo los arbustos, trepar a los árboles y montar en bicicleta.
Cuando los niños tienen la oportunidad de realizar actividades físicas, fortalecen su cuerpo y su autoestima. El tiempo prolongado al aire libre también permite a los niños que practican deportes practicar sus habilidades, como patear, atrapar y batear, lo que necesiten para su deporte específico.
2. Índice de masa corporal más bajo
Los niños que juegan al aire libre más a menudo son más enérgicos que sus homólogos sedentarios, lo que significa que tienen menos probabilidades de ser obesos. No están sentados frente al televisor o el ordenador durante horas. En lugar de eso, se mantienen activos y queman calorías, jugando con palas de playa.
3. Mejor salud general
Pasar tiempo al sol puede mejorar el estado de ánimo de tu hijo y reforzar su sistema inmunitario. Los niños con TDAH también pueden beneficiarse del juego al aire libre, ya que les proporciona una forma segura de liberar la energía reprimida que puede crear problemas en ambientes interiores.
Selecciona juegos al aire libre que sean seguros y duraderos
Cuando los niños se sienten libres son más enérgicos que cuando están sentados o tumbados frente a una pantalla, por ello los fabricantes de los juegos al aire libre para niños se esmeran en que cada producto sea duradero y resista esta dosis de actividad.
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