Gracias a esta fórmula se evitan humedades, acumulación de pluviales y la proliferación de hongos que pueden afectar a la estructura.
Las naves industriales son espacios que están sometidos, en muchas ocasiones, a condiciones extremas, por la condición de la actividad que en ellas se realizan. Por ese motivo, es imprescindible dotarlas de las mejores técnicas de protección exterior, con el objetivo de que los factores externos no sean un problema añadido y, así, alargar la vida útil de estas infraestructuras. En este caso, la impermeabilización de las naves industriales supone un gran beneficio.
El hecho de que las cubiertas de una nave industrial presenten un perfecto sistema de impermeabilización, ayuda a que se elimine al máximo la posibilidad de que aparezcan humedades. También, será una herramienta útil para luchar contra la acumulación de pluviales, así como para la proliferación de hongos y moho, que tienen efectos muy nocivos para las estructuras.
Empresas de reconocida solvencia, como Cubiertas TAAD 200, se encargan de desarrollar sistemas de impermeabilización profesionales para frenar la posibilidad de que las filtraciones de agua y las goteras, dañen los tejados de estos espacios, con ello, consolidan la estructura y evitan posibles desprendimientos. Otra de estas ventajas se centra en el valor de mercado que adquiere el conjunto de la edificación, ya que un buen tratamiento en los techos puede aumentar el valor de estas naves.
La protección contra las filtraciones
Por regla general, los trabajos de impermeabilización de una nave industrial son complejos, por las características de estos edificios. Además, dependerá mucho del estado en el que se encuentre la estructura, así como de los metros de superficie que se deban intervenir, dos factores que son vitales a considerar.
En cualquier caso, para determinar el estado del tejado, estos profesionales hacen una inspección de la superficie, y comprueban el estado de las claraboyas y tragaluces. Si estos tienen una buena conservación, se procede a la limpieza y la posterior impermeabilización, a la par, que se tapan grietas con el fin de evitar filtraciones indeseadas.
Por último, se aplica un líquido impermeabilizante, que optimizará los resultados de la intervención. Y, finalizará el proceso con la instalación de los elementos elegidos para el sellado que mejor se adapten a las características de la nave, al clima y a la actividad que se realice.
Por regla general, este proceso se implementa justo en la construcción del edificio industrial, pero puede que, por los años que tenga o por causas sobrevenidas, haya que hacerlo posteriormente. Así, cuando se observen deterioros o una inspección lo determine, son momentos en los que también se puede proceder a esta impermeabilización, para evitar males mayores.
Una nave con más vida útil
Así pues, cuando el proyecto de impermeabilización está completado y el tejado de la nave industrial está protegido, solo hace falta un adecuado mantenimiento para alargar la vida útil de la instalación. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las revisiones periódicas son fundamentales, ya que eso permitirá un largo uso y un correcto funcionamiento del sistema.
Como consejo adicional, para llevar a cabo dichas labores de impermeabilización de cubiertas en naves industriales, la mejor época del año para hacerlo es el verano. Con todo ello, se reducirá mucho la cuantía económica dedicada al mantenimiento del edificio y, por supuesto, se alargará la vida útil de esta infraestructura industrial.
También, hay que mantener una continua vigilancia y aportar un buen uso de las instalaciones. Ese conjunto de cuidados permitirá que el edificio esté en perfectas condiciones, mejore sus condiciones, aumente su valor en el mercado inmobiliario y, sobre todo, cumpla con la normativa de seguridad y prevención de riesgos en el entorno laboral.
En conclusión, hay que saber en qué momento puede ser necesaria una impermeabilización. Para ello, contar con los mejores profesionales es esencial y esos trabajos deben ser desarrollados por una empresa especializada en desamiantado, como Cubiertas TAAD 200.