Además de constituirse como un elemento cultural representativo, al estar presente en la gastronomía de todo el mundo, los quesos y los lácteos en general, aportan cuantiosos beneficios a la salud de las personas. Su alto consumo ha hecho que el sector lácteo sea pujante en todo el mundo, siempre diversificando su oferta de productos, para satisfacer todos los gustos y necesidades.
Los quesos y lácteos, en general, no solo son alimentos versátiles e ingredientes ideales para gran cantidad de recetas y preparaciones, sino que además, se traducen en un gran aporte de nutrientes, importantes en la dieta equilibrada de las personas.
No es al azar que en todo modelo de alimentación saludable y en recomendaciones de dietas equilibradas, el queso bajo en grasa, la leche y los yogures sean alimentos insustituibles.
Los lácteos son mucho más que un elemento cultural en todo el planeta, ya que al estar presentes en prácticamente todo el acervo gastronómico del mundo, son una fuente de componentes altamente beneficiosos y esenciales para el organismo.
El sector empresarial de lácteos en todo el mundo es muy pujante, al ser productos ampliamente consumidos, por ser beneficiosos y deliciosos a la vez. Toda fabrica de quesos y lácteos en general tiene en cuenta esta premisa, y constantemente, está diversificando su oferta de productos, en los que se incluyen nutrientes esenciales, tales como: vitaminas D, A, B12, ácido pantoténico, fósforo, potasio, selenio, proteína, calcio, riboflavina, ácido nicotínico y magnesio.
Los beneficios del consumo de lácteos
Ha sido la misma Organización de Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura, la que ha establecido que los productos lácteos son capaces de satisfacer las necesidades de toda persona para consumir nutrientes esenciales.
Sus beneficios para la salud son cuantiosos: mejora la salud ósea en personas adultas, puede contribuir en algunas poblaciones a regular la presión sanguínea, así como reducir el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares, infartos cerebrales y enfermedades arteriales coronarias. También se tiene amplia evidencia científica que respalda el hecho de que el consumo de lácteos tiene incidencia en la disminución de los niveles de colesterol.
El alto contenido de proteínas también es un punto a favor de los lácteos. Diversos estudios han comprobado que agregar proteínas de leche y de suero lácteo a la dieta, aportan gran cantidad de beneficios, tales como mantener el peso adecuado, generar la reparación muscular luego de la actividad física, disminuir el apetito, desarrollar tejido muscular (en combinación con una rutina de ejercicios acorde), así como el mantenimiento de la masa muscular con el paso del tiempo.
Los lácteos están considerados como la principal fuente de calcio para la alimentación, proporcionando entre un 65 y 75% de la cantidad diaria recomendable. Esta cualidad hace que este sea uno de los alimentos principales que se debe consumir para mantener una buena salud de los huesos.
El calcio contenido en lácteos, como el queso, el yogur, la leche y la mantequilla, se asimila mejor que otros alimentos, es decir, es particularmente biodisponible. Además, su consumo puede contribuir en el control de peso, tanto en niños, como en personas adultas.
En el caso de los niños, consumir porciones adecuadas puede ayudar a que tengan un Índice de Masa Corporal (IMC) acorde, y con ello, se pueden prevenir que sean personas obesas en el futuro.
Otro de sus grandes aportes es que el consumo de lácteos está asociado con la disminución del riesgo de padecer diabetes tipo II y otras alteraciones metabólicas, según han determinado varios estudios.
Potenciar el consumo de proteínas mediante los lácteos
Con derivados lácteos se puede potenciar el consumo de proteínas en alimentos populares. Esto se puede lograr, por ejemplo, al acompañar vegetales con aderezos de yogur para aumentar la ingesta de nutrientes.
Sopas, productos horneados y salsas, pueden aumentar su valor nutricional, al ir acompañadas de algunos tipos de queso. Ciertos alimentos que no tienen un alto contenido de proteínas, como las pastas, y algunas bebidas, se pueden complementar con suero lácteo, por ejemplo, para enriquecerlos.