Uno de los destinos imprescindibles para los viajeros y amantes de la cultura, la historia y el arte, es la sagrada Ciudad del Vaticano. Tanto por sus museos como por la arquitectura de la Plaza de San Pedro, es un destino turístico que no se puede dejar de visitar. Más allá de tratarse de uno de los máximos exponentes para los creyentes de la fe católica, vamos a comprobar por qué esta ciudad-Estado, es merecedora de una gran admiración.
Breves datos sobre la historia del Vaticano
Ubicada en la falda del monte Vaticum (‘profecía’ en latín), el país más pequeño del mundo tiene su origen a principios del siglo XVI, cuando en 1506, se coloca la piedra fundadora de la Basílica de San Pedro. Poco después, en 1512, se completaron las famosas pinturas de Miguel Ángel; y la Basílica de San Pedro se completaría cien años después, en 1626, convirtiéndose en la mayor iglesia del Mundo. El Vaticano sería considerado un Estado independiente desde 1929, habiendo encadenado una nómina de 44 papas hasta la fecha, 51 hasta la actualidad y 266 desde el papado del apóstol San Pedro.
Más de quinientos años de historia, encierran en esta pequeña ciudad-país, monumentos y otros detalles que la convierten en un gran destino turístico.
Qué ver en El Vaticano: museos y monumentos
Contemplar la grandeza de la ciudad desde el exterior es suficiente para disfrutar de las maravillas de sus edificios e historia. Sin embargo, para maravillarnos con toda su grandeza, es recomendable adquirir las entradas al Vaticano, con las que podremos explorar los museos vaticanos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro, con opción de entrar en la cúpula.
En la amplia cantidad de museos vaticanos podremos disfrutar de algunas de las grandes obras de la historia del arte, pasando por el gran pasillo de esculturas romanas de la Galería Chiaramonti, con más de mil estatuas y bustos, y al final de la misma, la Galería Lapidaria, llena de sarcófagos.
En el Palacio de Belvedere se encuentra una topografía completa de Italia, plasmada en frescos en sus paredes, donde también podremos encontrar dos de las grandes estatuas de la antigüedad griega: el Laocoonte y el Apollo, del ateniense Leocares, del siglo IV a.C.
Entre otros tantos museos, sin duda, la visita obligada en El Vaticano es la Capilla Sixtina, donde se encuentran las cuatro estancias que Miguel Ángel decoró con sus famosas pinturas, entre las cuales, se encuentra La Escuela de Atenas, su obra maestra.
Sin desmerecer otras estancias del Vaticano, no pasan desapercibidos el Patio de la Piña, la capilla de Nicolás V, con frescos del pintor cuatrocentista Fra Angelico, y la estancia de los Borgia, una de las familias que dejaron la mayor huella de la historia del papado de Roma. Otros lugares dignos de visita, son el Palacio Apostólico, en el que se encuentran las estancias del pintor Rafael, la Basílica de San Juan de Letrán, las Grutas Vaticanas y las Tumbas Papales (dentro de la Basílica de San Pedro) y la Biblioteca Vaticana, cuyo archivo está protegido para investigadores, con visita previa petición, pero cuya arquitectura y pintura es meritoria de contemplación.
Actos religiosos: audiencias del Papa
Como sede central de la Iglesia Católica Romana y estancia oficial de su Santidad el Papa, se llevan a cabo diferentes actos religiosos. Concretamente, los miércoles y los domingos, miles de peregrinos se concentran en la Plaza de San Pedro para rezar junto al Papa. Se trata de un acto gratuito, cuya solemnidad lo convierte en un hito para los creyentes de la fe católica.
Dicha audiencia papal se puede combinar con una visita guiada al Vaticano, sus museos y a la Capilla Sixtina, u otros tours por la ciudad de Roma, como la visita al Coliseo.
Si tienes pensado visitar la ciudad y todas sus maravillas, es aconsejable adquirir las entradas previamente, por medio de la página oficial del Vaticano, donde además encontrarás información como los horarios, precios y otros datos de interés como saber dónde alojarse.