El mundo de la informática ha demostrado con creces su fuerza en cuanto al entretenimiento al que quedamos sujetos en nuestro día a día. Utilizamos los dispositivos tecnológicos continuamente, bien sea el ordenador o el móvil, disfrutando así de películas, series, música, conversaciones con amigos, con desconocidos, juegos y todo tipo de recursos propios del paradigma online. No obstante, no podemos actuar a ciegas en internet; puesto que existe una buena variedad de riesgos que hemos de conocer. Protegerse y buscar ayuda cuando la necesitamos son acciones esenciales que velarán por nuestra seguridad en el siglo XXI.
Aplicaciones para un entretenimiento gratuito
Cuando el mundo del streaming vio la luz, nuestra manera de consumir películas y series dio un giro de 180º. ¿Qué sentido tenía bajar al videoclub cuando todo estaba a un clic de distancia? Algo que sigue siendo tendencia hoy en día gracias a la posibilidad de descargar dixmax app.
Esta aplicación nos permite acceder a un inmenso catálogo de cine y televisión en cualquier dispositivo. Es decir, tanto si queremos relajarnos frente a la Smart TV o el ordenador, como si estamos matando el tiempo con nuestro móvil, DixMax tiene algo nuevo para que veamos de forma online.
La descarga de la aplicación es totalmente gratuita y solo tenemos que buscar la película o serie que queremos ver, darle al enlace de visualización y ya estaremos listos para disfrutar de una velada audiovisual. Vivimos en la era de la libertad cultural y esta app es una clara prueba de ello.
Protege tus dispositivos de los ciberataques
Hace tiempo que la ciberdelincuencia lleva siendo una de las grandes lacras del desarrollo tecnológico. Por suerte, en la actualidad protegerse de los delincuentes virtuales puede ser tan sencillo como instalar una app en nuestro móvil. Porque los antivirus por fin se han adaptado a los nuevos dispositivos y gozan de una accesibilidad de lo más satisfactoria; haciendo que las infecciones en nuestros aparatos sean cosa del pasado.
Al acceder a determinadas páginas web o descargando ciertos archivos, corremos el riesgo de que entre un malware a nuestros dispositivos. Si bien es cierto que todo el mundo tiene un programa de antivirus instalado en el ordenador, es de lo más común dejar de lado estos softwares en los móviles. Un graso error teniendo en cuenta la cantidad de información confidencial que acumulamos en los terminales que, en caso de caer en las manos equivocadas, pone en peligro nuestra vida tal y como la conocemos.
Por suerte, este peligro se ha mitigado en gran medida desde que los desarrolladores de antivirus se han orientado también a los smartphones. Unos programas que podemos descargar de manera gratuita en las tiendas oficiales como Play Store, asegurando que no asumimos más riesgos al querer protegernos de los ciberdelincuentes.
Hablamos de una de las medidas cautelares más importantes y no hacerlo puede llevarnos a situaciones críticas como la suplantación de identidad en las redes sociales, el robo de archivos y fotografías o incluso la manipulación de nuestra cuenta bancaria. Teniendo en cuenta esto y lo sencillo que es instalar un antivirus, carece de sentido no actuar desde la prevención.
Transparencia en los litigios legales
Siguiendo en la línea de los nuevos peligros de la era digital, es menester hablar del papel que adquiere un perito informático en una gran variedad de litigios legales. Un especialista en el mundo de la informática que se encarga de analizar todo tipo de sucesos para emitir informes que sirvan de prueba delante de un juez.
Uno de los ejemplos más claros de su trabajo es la autenticación de todo tipo de elementos: correos electrónicos, conversaciones de WhatsApp, programas informáticos… Diferentes estudios que le permiten participar en procesos judiciales del día a día.
Sin embargo, su rol es todavía más importante cuando hablamos de casos de delitos. Aquí encontramos crímenes económicos, contra el mercado, contra la propiedad intelectual o, en el peor de los casos, pornografía infantil: un sector en el que participa en el análisis del acceso, posesión o divulgación del investigado.