La digitalización es un fenómeno imparable. Las herramientas digitales son, sin lugar a dudas, una de las señas de identidad de nuestra época; el máximo exponente del desarrollo tecnológico hasta este momento. Este avance hacia lo digital no es un fenómeno aislado que haya aparecido de la noche a la mañana, sino que es fruto de una evolución progresiva que se remonta décadas —o incluso siglos— atrás.
El nuevo paradigma digital afecta a casi todas las facetas de la sociedad, desde el trabajo y la administración, hasta las relaciones personales y el entretenimiento. En esta última faceta, la del entretenimiento, el avance de lo digital y de su compañera inseparable, la conectividad, se han hecho patentes en los últimos años como nunca antes. En otras palabras, la forma de entretenernos ha dado un vuelco, y ahora internet y los dispositivos inteligentes (smartphones, portátiles, tablets, televisores inteligentes, etc.) son los protagonistas.
Una de las manifestaciones de este cambio se ve en las maneras que tenemos de entretenernos a día de hoy, es decir, en el dónde y en el cómo nos entretenemos. Como nos indica este estudio de ExpressVPN, lo hacemos mucho más desde casa, porque tenemos acceso a nuestro contenido favorito a unos solos clics de distancia, y podemos acceder a él siempre que queramos, las 24 horas del día, sin necesidad de desplazamientos o costes adicionales. Esto es una tendencia muy acentuada en periodos de crisis (ya sean crisis sanitarias, como la que vivimos con la pandemia de Covid19, o crisis económicas, como la que hemos atravesado —o, más bien, estamos atravesando— tras el auge de la pandemia y la irrupción de otras problemáticas internacionales como la guerra, la falta de suministros o la crisis energética). La movilidad que permiten muchos de los dispositivos que llevamos con nosotros hoy en día hace que también sea posible acceder a nuestros contenidos favoritos «on the go» o en movimiento (en el transporte público, de viaje, en planes con amigos, etc). Esto concuerda con datos que apuntan, desde hace ya casi una década, a un aumento más que notable del consumo de contenido a través del móvil.
Otra de las características del entretenimiento de hoy tiene que ver con sus formatos preferidos. En una tendencia que se remonta a varias décadas atrás, el contenido audiovisual se ha convertido en el contenido más buscado y consumido de nuestro tiempo. Ya sean series, películas, vídeos de YouTube o publicaciones en redes sociales, el formato audiovisual se ha impuesto con creces. Esto se pone de manifiesto, especialmente en el auge de las plataformas de video on demand, ya de sobra conocidas por casi todos. Netflix, HBO, Amazon Prime, Disney + y compañía, son ejemplos vivientes de la explosión que ha experimentado este nicho de mercado. A día de hoy, muchas de estas plataformas han llegado a ponerse a la altura, e incluso de desbancar al sector televisivo y cinematográfico tradicional, así como a todos los servicios de televisión por cable.
Y lo más interesante es que no se trata de una tendencia que tenga pinta de ralentizarse, más bien al contrario. A medida que las plataformas de streaming van ganando peso, van acaparando también cuota de mercado, van expandiéndose hacia géneros más y más variados, y van realizando producciones cada vez más potentes. Todo ello genera un círculo virtuoso en el sector que está obligando a la televisión tradicional, y al sector cinematográfico a replantear sus estrategias si no quieren verse fuera de juego.
La era del video online y del streaming está aquí, y cada vez son menos los que quedan al margen de sus efectos y de su alcance.