Las muñecas sexuales para hombres son uno de los juguetes eróticos que más dan que hablar. Sin embargo, las típicas muñecas hinchables de plástico y poco agraciadas que te vienen a la cabeza nada tienen que ver con las muñecas para adultos actuales.
La industria del sexo ha evolucionado con los años y la oferta de juguetes sexuales en la actualidad es más extensa y sofisticada. De hecho, las muñecas sexuales reales hiperreales de lujo que se pueden comprar hoy en día en RealSexDoll no tienen nada que ver con sus modelos originales. En realidad, no hay juguete sexual cuyo origen esté rodeado de tantos rumores y leyendas como este. A continuación te contamos cómo eran los primeros modelos y cómo han cambiado hasta llegar a las muñecas hinchables hiperrealistas de ahora.
Muñecas eróticas del s. XVII
Por supuesto la búsqueda del placer sexual ha estado presente en todas las épocas de la humanidad, y ya en la antigüedad existían juguetes sexuales. En el caso de las muñecas para adultos, su origen se remonta a nada más y nada menos que el s. XVII. Se cree que los jóvenes que pertenecían a familias adineradas utilizaban una especie de muñeca sexual fabricada con trapo para practicar antes de mantener relaciones con una mujer real.
Los años treinta, llenos de rumores
Una de las leyendas más extendidas sobre el origen de este juguete es que Hitler mandó fabricar una cantidad ingente de muñecas para sus soldados. ¿El objetivo? Evitar que los soldados nazis se contagiaran con enfermedades venéreas mientras satisfacían sus deseos sexuales en época de guerra.
El rumor cuenta que las muñecas que Hitler encargó eran altas y rubias, como establecía el canon de la belleza aria. Además, estas debían tener los labios y los pechos grandes. Finalmente, cuentan que estas muñecas no llegaron a manos de los soldados nazis porque la fábrica de Dresde donde se fabricaban fue bombardeada.
Aunque no hay pruebas de ello y al final esta historia ha quedado como una simple leyenda, lo cierto es que se cree que tanto el gobierno alemán como el japonés mostraron interés en este tipo de productos durante la Segunda Guerra Mundial.
Los años cincuenta y Lilli
Un origen más plausible, si no tenemos en cuenta las muñecas sexuales de trapo, es una recreación a tamaño real de Lilli, un personaje de cómic famoso en Alemania. Lilli, una chica provocadora y sexy, llenaba las viñetas del Bild Zeitung en la Alemania de los años 50. Fue tal su fama que terminaron vendiéndose muñecas a tamaño real de este personaje en algunas zonas como el barrio rojo de Hamburgo. No se trataba de una muñeca de penetración, pero sí era todo un símbolo erótico del momento. Sin duda un juguete no apto para niños, a pesar de que esta muñeca fue la inspiración para crear a la mismísima Barbie.
Los años ochenta, el boom del plástico
No es hasta los años 80 que comienzan a distribuirse las muñecas hinchables que seguro tienes en mente: baratas, poco agraciadas y por supuesto con pocas similitudes con una mujer real. Además, debido a los materiales con los que estaban fabricadas (sobre todo el cloruro de vinilo), estas eran poco seguras y resistentes.
En la actualidad: muñecas hinchables casi reales
Sin embargo, un producto con tantas posibilidades no podía quedarse ahí, como un simple hinchable. Desde los años 80 hasta ahora, los principales productores de estos juguetes (sobre todo en Japón, China, Francia y Alemania) han ido cambiando diseños y materiales hasta conseguir producir muñecas hinchables de lujo que imitan a la perfección las características de una mujer. Sus clientes también han cambiado: desde parejas que buscan avivar la llama hasta personas con algún tipo de discapacidad.
Las muñecas hinchables de silicona actuales no son solo más atractivas, sino que también son más resistentes gracias a su fabricación con vinilo y látex. También son más realistas: se puede personalizar el color de piel, el tipo de pelo e incluso el volumen de senos y muslos. Además, las más exclusivas son también articuladas, para poder ponerlas en posiciones distintas, e incluso hay modelos con inteligencia artificial.
Lo cierto es que en la actualidad las muñecas hinchables de silicona pueden llegar a ser casi un artículo de lujo; un poco como sucedía siglos atrás, pero mucho más sofisticadas y atractivas que las de esa época.