El sistema de monitoreo a los empleados que trabajan desde casa es una forma de poder mantener a la empresa segura ante cualquier amenaza, aunque, deja de tener sentido al momento de busca un buen rendimiento por parte de los empleados, por ejemplo, la implementación de un programar que venga con diferentes características ante una aplicación, crear un cronograma para un proyecto, u obtener ciertos contratos con los clientes.
En estos casos, el objetivo, es lograr completar en 3 horas o en 7 su función laboral. Por eso, el control exhaustivo mediante de herramientas de webcams o monitorización pasa a ser innecesaria.
Una monitorización contraproducente
Pero los inconvenientes en el control pueden ir inclusive más allá de un resultado incluso desacertado. Cuando los trabajadores perciben que tienen siempre un ojo arriba que les impide tener un pequeño descanso o tener una distracción durante un par de minutos, su forma de trabajar continuamente cambia a un estado peor. Y no hace énfasis a una medida de protesta, sino de un resultado lógico de esta vigilancia.
Los microdescansos durante la jornada laboral con el ordenador, las distracciones como cuando se toma café o inclusive la convivencia con la vida familiar mientras trabaja, habitualmente resultan productivos y permiten mejorar la concentración ante las actividades tediosas o aquellas donde los proyectos llevan muchas horas en completarse. Comprimir esa naturalidad al momento de trabajar logra ocasionar fallos de concentración nocivos para la compañía y para cualquier proyecto que se esté trabajando.
Desmotivación y pérdida de talento
Asimismo, es evidente que la monitorización no es del todo agradable. Se tiene el riesgo entonces de que los trabajadores con mayor talento tomen la decisión de buscar una compañía que le ayude trabajar de manera más cómoda, sin sentirse acosados y que sean mejor valorado.
Es incuestionable que hoy en día, a las empresas les resulta más fácil tener un personal con talento internacional que pueden trabajar desde la internet, pero al mismo tiempo puede controlar el personal, aunque se puede lograr encontrar una red de muchas ofertas de trabajo con situaciones superiores a las que hemos visto en los contratos actuales. Por eso es ideal que una empresa limite la vigilancia excesiva, debido a que tiene mucho que perder, y tendrá poco que ganar.