La Universidad de Tecnología de Delft da a conocer investigadores desarrollando una red de nodos basada en teletransportación cuántica
Los investigadores han ido avanzando, hacia lo que es el internet cuántico un medio que para ello es ultra seguro, desarrollando una red primaria de intercambio de información a través de teletransportación basado en tres tiempos.
Se considera que el internet cuántico no se espera que se presente al mundo hasta dentro de 10 años, el cual será una red a gran nivel que conectará a los interesados mediante aplicaciones inéditas e «improbables de realizar con alguna web clásica«, expuso a AFP Ronald Hanson, miembro de la Universidad de Delft (Países Bajos), colaborador de estos trabajos divulgados en la revista Nature.
Durante el cambio de informaciones no se sabe a ciencia cierta la forma de bits clásicos, y si los valores 0 y 1 que son la base exclusiva de la computación, sino de los bits cuánticos (qubits).
Basado en las leyes de la física cuántica
Esos qubits detonan las leyes de la física cuántica, que administran el mundo a nivel enormemente pequeño. Una de esas pertenencias es el entrelazamiento, un raro fenómeno por el cual dos átomos entrelazados se comportan de forma idéntica e independiente de la distancia que las aparta: como si permanecieran conectadas por un hilo invisible, conllevan el mismo estado.
El estado real de un qubit enlazado es compartido con el otro, y su relación es tan perfecta que se basa en teletransportación según de forma teoría, cualquier innovación de las propiedades de uno cambia súbitamente las del otro, inclusive en el otro lado de la galaxia.
Qubits deben permanecer unidos por un «enlace» cuántico
Los bits cuánticos logran en la actualidad transmitirse a través de fibras ópticas, pero la teletransportación es muy limitada: más allá de cientos de kilómetros, la señal se amortigua o se pierde. Si se desea mantener el cruce de lado a lado, los qubits deben estar claramente unidos por un «enlace» cuántico.
Es la iniciativa descrita en el informe presentado en Nature, para la cual los expertos introdujeron un relé, a propósito de alargar el alcance de comunicación.
Por lo tanto la comunicación cuántica, que se restringía a dos actores usualmente llamados Alice y Bob, logra actualmente contar con un tercer personaje, incluyendo a Charlie.
La práctica se desarrolló en dos recintos de QuTech, una contribución entre la Universidad de Tecnología de Delft y la Entidad Nerlandés de Ciencias Aplicadas (TNO).
Qubits con una base de diamante fueron ubicados en un circuito que alcanza tres interconexiones conocidas como «nodos cuánticos». Que se dará a conocer su función optima final en menos de 20 años».