La actualidad de los negocios y emprendimientos es indivisible de la tecnología y, por encima de todo, del comercio online. Hasta las empresas cuyo enfoque no está relacionado con internet, pueden vender sus productos a través de este canal o directamente aprovecharse de la supresión de barreras geográficas para acceder a mayor número de clientes.
Lo anterior, que es genial para la facturación, para la competitividad y el crecimiento, no lo es tanto para las necesidades logísticas que de ello se desprenden. A no ser, claro está, que se cuente con los servicios profesionales de un operador logístico, que son empresas muy valoradas y necesarias en el entorno comercial moderno.
¿Qué son y qué hacen?
De forma resumida, un operador logístico es una empresa que se encarga de todo lo relacionado con la logística, pero para otras empresas. Es decir, que se encarga de transportar mercancías, pero también de almacenamiento, gestión de stock, trazabilidad, preparación de pedidos, carga y descarga, entre otra clase de tareas relacionadas con la logística y el transporte de mercancías, pero lo realiza como un servicio para terceros.
Por esa razón se les conoce como operadores logísticos, puesto que su servicio es encargarse de la logística de otras empresas, lo que en el contexto actual donde hasta una pequeña tienda online o una gran tienda por departamento venden en línea o venden a clientes fuera de su campo geográfico, puede llegar a ser de vital importancia para mantener la competitividad y la eficiencia en las entregas, favoreciendo todo aquello a la satisfacción de los clientes.
Ventajas e importancia
Si bien es cierto que hay varias categorías o tipos dentro de los operadores logísticos, dependiendo del nivel de externalización que se busque en los procesos de logística, ya que algunos sólo se encargará del transporte mientras que otros pueden gestionar absolutamente todo lo que involucre la gestión de pedidos, envíos, devoluciones y almacenaje; en un plano general todos responden a las mismas ventajas y por ende a la misma importancia.
- Acceso a procesos logísticos complejos: sin tener que realizar una inversión gigantesca en maquinaria, en tecnología, en personal y en capacitación. Se paga únicamente el servicio, aprovechando la especialización del operador, lo que ayuda a tener un sistema de logística de primer nivel a un coste muy reducido.
- Atención al cliente: al final, todo se trata de garantizar una mayor satisfacción del cliente, ya que la rapidez y la seguridad de las entregas estarán garantizadas. De la misma manera la flexibilidad y la capacidad de atender lugares que por sí misma la tienda sería incapaz de atender.
- Competitividad: contratar a un operador logístico permite expandir la capacidad de atención de clientes que por su ubicación demandarían de inversión en infraestructura. Por esa razón, sencillamente delegando en una empresa especializada todos los procesos logísticos se puede ganar mucho en términos de competitividad.
- Delegación absoluta: en los casos más extremos, donde la logística está totalmente externalizada, estos procesos ni siquiera ocupan un tiempo en la agenda, ya que la empresa externa se encargará hasta de las devoluciones de clientes insatisfechos. Por ende, el personal o el emprendedor puede dedicarse en su totalidad a lo denominado como core business, que no es otra cosa que todos esos procesos críticos que hacen que el negocio salga a flote, sea rentable y siga creciendo. El operador logístico se encargará de su parte.
Entendiendo lo anterior, es muy fácil conocer cuál es la importancia de contar con un servicio de operador logístico en el contexto de los negocios actuales, donde muchos de ellos dependen casi exclusivamente de las compras que realizan clientes que requieren de un envío. Poder ofrecer una solución mejor adaptada, incluso más barata y más rápida, permite competir de mejor manera, aumentar la rentabilidad y disminuir el coste que cada compra tiene para el propio negocio. En los negocios actuales, el operador logístico es vital para la tan ansiada escalabilidad.