Conoce todo sobre la miel de abeja para incorporarla a tu dieta diaria y añadirle a tu cuerpo todos sus nutrientes. En este artículo encontrarás toda la información que necesitas para sumar a tu dieta la miel de abeja pura. Más allá de que puede utilizarse para tratar diferentes problemas como lastimaduras, quemaduras y la tos, tiene un montón de propiedades y beneficios que la convierten en un gran alimento.
Aquí también descubrirás detalles sobre su producción y cómo es el proceso de elaboración desde que la abeja extrae el néctar de las flores hasta que deposita este fluido dulce y viscoso en la colmena.
Cuáles son las características y los beneficios de la miel de abeja
Ahora descubriremos las características de la miel de abeja pura, este superalimento nutritivo, saludable y por sobre todo natural. Es importante destacar que además de ser un endulzante natural, la miel de abeja tiene muchas propiedades y puede ser utilizada tanto en la cocina como en el área de la belleza y la salud.
Rica en vitamina B, minerales, hierro, fósforo y calcio, su consumo favorece el fortalecimiento de los huesos. Del mismo modo, le proporciona calorías al organismo y regula el tránsito lento.
Pero estos no son los únicos beneficios, también ayuda a combatir la ansiedad, a controlar la anemia y a relajar los músculos. Además, tiene acción antiinflamatoria y cicatrizante y aporta mucha energía.
En cuanto a las características, estas varían dependiendo el lugar en el que las abejas recolecten el néctar de las flores. A continuación, ampliaremos la información:
- El color: esta característica varía dependiendo la flor y la planta de la que proviene el néctar recolectado. A raíz de ello, la miel de abeja puede ser casi transparente o tener diferentes tonalidades, que van desde las más claras a las más oscuras.
- El aroma: al igual que la anterior, el sabor lo otorga la flor de la que se recolecta el néctar. En algunos casos puede ser más suave, y en otros mucho más fuerte y gustosa. El olor de la miel también varía por otros factores, como la edad de las abejas y la estación del año en la que se produce.
- El sabor: no quedan dudas de que la miel de abeja es muy dulce, pero algunas, como las producidas a partir del néctar extraído de las flores de romero y/o de tomillo, son mucho más fuertes. La temperatura y las condiciones en las que se elaboran también pueden modificarlo.
Conoce cómo se produce la miel de abeja
La miel no se produce de un día para el otro, las abejas tardan alrededor de 45 días en culminar la preparación. La elaboración consta de varios pasos: la extracción del néctar, el almacenamiento del líquido en la colmena, el sellado de las celdas para mantener la humedad del néctar succionado y la recolección a cargo de los apicultores.
- Extracción del néctar: esta tarea está a cargo de las abejas adultas, las que tienen al menos 21 días de vida. Cada insecto recolecta el líquido con su lengua, que además de ser larga es muy flexible.
- Almacenamiento del néctar en la colmena: posteriormente, y después de haber comenzado a elaborar la miel dentro de un saco que tienen en el abdomen, las abejas depositan el extracto en la colmena. Durante esta etapa trabajan las abejas recolectoras y las obreras, que con diferentes enzimas cambian el PH del néctar.
- Sellado de las celdas: primero las abejas colocan la miel en cada una de las celdas de la colmena y extraen el exceso de humedad moviendo sus alas. Después, y para que el producto final se conserve por mucho tiempo, sellan con cera cada una de las celdas. De esta manera garantizan que se conserve en perfectas condiciones.
- Recolección a cargo de los apicultores: no es un trabajo sencillo, ya que requiere de mucha técnica. Llegado el momento, cuando la miel ya adquirió la dulzura que la caracteriza, los apicultores la recogen para luego filtrarla y envasarla.