Los tiempos cambian, y con ello las modalidades de contratación y las formas de operar en los diferentes sectores. El renting es la opción que está más de moda en el ámbito del automóvil. Veamos en un poco más de detalle de qué se trata.
Renting: la opción del futuro (y del presente)
El renting de coches se refiere a los servicios de alquiler integral de vehículos a medio y largo plazo. ¿Qué quiere decir esto de “integral”? Pues que podremos utilizar el vehículo como si fuera propio, pero todos los gastos asociados al funcionamiento del vehículo correrán por cuenta de la empresa de renting. En cuanto a medio y largo plazo, decir que este tipo de contratos suelen tener una duración media de entre 28 y 56 meses, aunque la duración específica de cada contrato particular dependerá de lo acordado entre las partes. Y es que este es precisamente uno de los principales atractivos de esta modalidad de contratación: que las cláusulas específicas pueden amoldarse a los casos concretos, de manera que siempre podamos acabar con un acuerdo que se ajuste a nuestras necesidades.
En teoría, al finalizar el contrato, deberemos devolver el vehículo. Sin embargo, en la práctica, esta parte del contrato también es dispositiva, es decir, también se podría pactar otra cosa, como por ejemplo adquirir el coche por el valor de mercado que tenga en ese momento, o renovar el contrato accediendo a un vehículo nuevo.
La mejor manera de simplificar
Con el renting, el cliente podrá disfrutar de una amplia gama de ventajas, entre la que podemos destacar la simplificación. Esto se consigue en la medida en que todas las gestiones destinadas a la puesta a punto y al funcionamiento del bien corresponderán a la empresa arrendadora. En otras palabras, nosotros nos olvidaremos de seguros, tasas, matriculaciones, revisiones y mantenimiento general del vehículo, etc. El importe de la cuota es fija (ésta dependerá de lo estipulado en el contrato en función del kilometraje, la gama y antigüedad del vehículo, y cuestiones similares).
Esto nos ayudará a tener unas cuentas más saneadas ya que no tendremos que hacer frente a los gastos imprevistos que puede ocasionar el mantenimiento y la puesta en regla de un vehículo en propiedad. Solo nos tendremos que hacer cargo de la limpieza y el combustible, ¡e incluso en este último punto podemos llegar a un acuerdo con la compañía de renting para que nos hagan un precio especial en carburante a través de tarjetas de repostaje! Como vemos, sin duda, una opción de lo más interesante esta del renting.