Muchas personas poseen un joyero o una caja fuerte donde guardan joyas valiosas que han ido conservando durante años debido a que han sido un regalo especial de una persona querida o herencia de un familiar. Estas joyas tienen un significado sentimental, normalmente rememoran momentos muy bonitos y especiales, pero, en algunas ocasiones, sucede lo contrario, producen un sentimiento incómodo y desagradable como puede ser el recuerdo de una ex pareja o de personas con las que no ha habido buena relación. Hoy en día, es posible rentabilizar las joyas valiosas, sobre todo si se tratan de diamantes. Estas piezas tienen mucho valor y una buena opción es ponerlas a la venta. Son todo beneficios: por un lado, se alargará la vida de estas maravillosas joyas y, por otro, la persona que decide venderlas puede sacar una buena cantidad económica para destinarla en otras cosas que llamen más su interés.
A continuación, os vamos a informar sobre los pasos necesarios para poner en venta los diamantes usados. No hay que olvidar que se trata de piedras preciosas que, aunque sean de segunda mano, generan mucho interés por su valía y extrema belleza. Prestad atención a los siguientes consejos.
Recurrir a un equipo de expertos
Lo primero que hay que saber es que los diamantes son joyas muy especiales y muy valiosas, por este motivo es importante acudir a un equipo de gemólogos y expertos en piedras preciosas para que realicen un buen asesoramiento durante este proceso y faciliten su venta realizándola de forma segura sin correr riesgos de engaños. Se recomienda evitar acudir a cualquier joyería o a negocios que se publiciten como compradores de oro y de joyas usadas, puesto que deben ser conocedores y especialistas en este tipo de gemas preciosas.
Evaluar la pieza
Lo primero que realizan los profesionales es evaluar el estado de la joya mediante diferentes métodos. De esta manera, pueden comprobar si presenta arañazos o desperfectos o si es auténtica o se trata de una imitación. Lo idóneo es presentar algún certificado que asegure su autenticidad, al igual que muchas joyas tienen grabada la firma de su fabricante como garantía. Los gemólogos evalúan algunas características que pueden cerciorar su pureza y su calidad como puede ser el color, cuánto más claro es más valioso, el corte y la talla que es lo que determina el brillo, las imperfecciones que puede tener la piedra de manera natural y el peso en quilates de la gema.
Valor del diamante
Una vez se haya realizado la evaluación de forma exhaustiva, los expertos deben realizar una tasación y asesorar al vendedor para poner el precio correcto teniendo en cuenta el mercado de la joyería actual. Su cometido también es pactar un precio justo. Es importante saber que nunca se puede poner un precio como si el diamante fuera nuevo, por eso la evaluación es imprescindible para lograr realizar una tasación correcta.
Realizar fotos
Durante el estudio, los gemólogos suelen hacer fotos de los diamantes para que quede constancia en imágenes de su estado real. De esta manera, se pueden evitar futuros problemas o alguna confusión con el comprador. Además, en caso de robo, las imágenes son fundamentales para presentar a la policía y realizar la denuncia.
Último paso: realizar la venta
Cuando se recurre a un buen equipo de profesionales, ellos informan continuamente sobre las mejores ofertas y oportunidades que se pueden conseguir e indican donde vender un diamante de segunda mano de manera exitosa. Se puede realizar directamente en portales online, donde generalmente los objetos de valor salen a subasta y los posibles compradores pujan hasta que uno consigue su objetivo, realizar la compra. El vendedor solo tiene que sentarse a esperar.
Vender joyas usadas se ha convertido en una operación muy sencilla y, al mismo tiempo, muy rentable gracias a las empresas especializadas.