Han pasado ya 3 meses desde que Rusia emprendiera su invasión contra el territorio ucraniano, una acción ilegal que no solo trajo consigo de vuelta al conflicto armado sobre el continente europeo, sino también un evento de grandes proporciones que está generando inestabilidad económica en toda la región.
Aunque distintos medios locales aseguraron que España iba a atravesar unos nuevos “locos años 20” a medida que la pandemia comenzara a amainar, y a pesar de que parecía que la inflación tiene el potencial de incrementar la solicitud de préstamos, la realidad resultó ser muy distinta, con una inflación histórica y el consumo mostrando cifras de crecimiento muy inferiores a las de años anteriores.
Cae el consumo
Esto lo aseguró el Servicio de Estudios de UGT en un estudio reciente donde revelaban que el aumento en el consumo durante el primer trimestre del año fue de 0,3%, muy por debajo del 2,2% que se registró en el último trimestre del año anterior. Se trata de la mayor caída intertrimestral registrada en más de 25 años.
Si bien existen varios motivos por los que el consumo estaría evolucionando de una forma tan pobre en el país, el de mayor peso sería precisamente la inflación, que superó el 9% interanual a finales de marzo. Entre abril y mayo se estima que este porcentaje haya variado ligeramente hacia la baja, sin embargo, sigue siendo temprano para prever cómo evolucionará de cara al segundo semestre.
Cae el crédito al consumo
Este proceso de caída constante también estaría trayendo consigo una menor demanda de créditos al consumo, que hasta hace un año parecían esenciales para una posible recuperación económica en el país. Estimaciones del Banco de España posicionan la caída cerca del 17,6% en comparación con el 2019, una consecuencia del menor gasto registrado por parte de las familias españolas.
En comparación con los datos del 2020, la caída en la demanda cayó alrededor del 9%.
Esto quiere decir que, aunque se estimaba una recuperación en cuanto a la solicitud de financiamiento privado durante el segundo año de la pandemia, la constante inestabilidad económica limitó el desarrollo del sector.
Esta contracción no solo perpetúa la caída que se registra en el consumo privado, ralentizando la recuperación, sino que además implica un golpe directo para el desarrollo del mercado financiero español. Así, es probable que el financiamiento (tanto para el consumo en los hogares, como para el desarrollo empresarial) comience a mermar.
España, augurio oscuro para Europa
A pesar de que todo el planeta se ha visto afectado tanto por la pandemia como por la invasión ilegal emprendida por el régimen ruso, lo cierto es que la situación que vive España podría ser un augurio «oscuro» para el resto de la región. Esto lo da a entender la firma financiera JP Morgan en un reporte donde afirma que la caída del consumo en el país es una «señal de alerta» para Europa.
La firma estadounidense, que cataloga la situación de España como un «shock inflacionario», advierte que el resto de la región podría vivir algo similar si no logran potenciar el consumo. Entre los países que enfrentan un mayor peligro de vivir una escalada inflacionaria, y subsecuente caída en el consumo, estarían Francia, Alemania, Países Bajos e Italia.
Los “nuevos años 20”, que se posicionaron en la opinión pública como una suerte de augurio de la recuperación económica de España, estarían peligrando debido a una crisis económica que parece no tener fin. En caso de que no se tomen los correctivos necesarios, y que la situación global no mejore, es posible que esta ilusión desaparezca por completo.